Encuentro regional del movimiento popular hondureño y el pueblo Lenca

21 organizaciones, representadas por más de 150 liderazgos de la región centro-occidental de Honduras, (La Paz, Santa Bárbara, Comayagua, La Esperanza) y representaciones importantes de los departamentos de Colon, Atlántida y Cortes, aglutinadas en el Movimiento Popular y Social hondureño (MPSH) desarrollaron el II Encuentro regional, el 22 de junio, en la sede del Consejo Lenca Indígena Renacer (CIL), Marcala, La Paz.

Desde distintas voces se remarcó que las organizaciones de la región y del país somos importantes, pero lo somos más, en la medida que asumimos la articulación en perspectiva nacional y reafirmamos el compromiso de consolidar cada organización, profundizar la articulación nacional e internacional.

Determinamos que es prioridad seguir impulsando la unidad de la región, sin mezquindad y sin privilegios. Desde la autonomía del pueblo lenca. Asumimos la defensa de nuestros territorios, los bienes comunes y la lucha por el acceso a la tierra, en especial para las mujeres, como garantía de la soberanía alimentaria y desarrollo comunitario popular.

Hoy, más que nunca, nos asiste la claridad de que no queremos ser subordinados de ningún partido, en particular de aquellos que instrumentalizan nuestros espacios, usurpan nuestro discurso, mientras sus acciones revestidas de militarismo se distancian del pueblo y del campo popular. Rechazamos el retorno de los grupos conservadores y políticos tradicionales orquestadores de la profunda crisis del país, que entregaron el territorio nacional y dieron la institucionalidad a grupos criminales para delinquir desde el estado.

Nos llamamos a continuar exigiendo respuestas concretas y contundentes ante las diferentes reivindicaciones sociales, económicas y ambientales y acordamos discutir, hasta lograr un consenso, sobre instrumento político del campo popular, que guíe el avance de las demandas, establezca con claridad el posicionamiento ante el nuevo proceso electoral y profundice la lucha para lograr los cambios estructurales que el país necesita. Desde enero de 2024, venimos avanzado en un trabajo sostenido y creciente, articulando distintos espacios para dar vida al proyecto político del campo popular con autonomía de pensamiento y acción. En este encuentro reafirmamos nuestro compromiso de seguir empujando la historia para que el movimiento popular hondureño, digno, autónomo y fuerte sea el protagonista de las transformaciones que nuestra sociedad necesita.  Anunciamos nuestro tercer encuentro en el término de dos meses para la región sur del país y urgimos a las distintas organizaciones a que nos encontremos para pensar y construir propuestas de país desde la unidad popular, estratégica y a largo plazo. 

Juan Orlando Hernández es culpable y está condenado, pero… ¿Cuáles son las consecuencias inmediatas que deja este caso para Honduras?

Juan Orlando Hernández, el narcotraficante respaldado por los Estados Unidos, gobernó Honduras desde el 2014 al 2021 y convirtió el país en un narcoestado, por lo cual ahora ha sido sentenciado a 45 años de prisión más 5 años de libertad supervisada. 

Se puede pensar que con esa condena no se genera ningún escarmiento a la sociedad, ya que cualquier joven aventurero, necesitado de algo de dinero, seguro que le es tentadora la idea de ser narco, aun con el riesgo de ser condenado, con tal de volverse multimillonario unas décadas después. Porque tras el cumplimiento de tales penas tiene garantizado salir libre y con suficiente vida y dinero, contando con una tercera edad que le permite disfrutar de lo añorado. Con penas así, Estados Unidos se asegura que Honduras continuará atada a la narcodelincuencia y nos tendrá eternamente en sus manos. Y es que de alguna manera se repite la traición de Heide Fulton al legitimar el golpe de Estado de 2017 y ahora Castell haciendo del narcotráfico una actividad peligrosa y al mismo tiempo atrayente en el contexto de un pueblo que se disputa el primer lugar en pobreza y miseria a nivel continental.

 En su pasado mes de marzo, el Movimiento Amplio y Bufete Dignidad expresamos diariamente nuestros puntos de vista mientras avanzaba el juicio contra JOH y nos cansamos de preguntarnos ¿Qué pasará con Honduras después del juicio y la condena? ¿Qué papel debe asumir la actual administración del país? ¿qué acciones debe asumir inmediatamente el movimiento social popular para hacer prevalecer la dignidad y derechos del pueblo?

Ahora, a dos meses después del juicio y frente a la sentencia dictada, demandamos del Estado de Honduras, desde los tres poderes constitucionales, acciones contundentes y cambios reales que permitan recuperar plenamente el carácter soberano de la nación hondureña, lo cual debe pasar obviamente porque  se juzgue a cada uno de los funcionarios de la banda de JOH que se constituyeron en narcogobierno y se castigue a las diferentes estructuras criminales que fomentaron el odio y el desprecio por la vida en todo el territorio nacional.

Es lamentable que los medios de comunicación social reaccionan a esta condena desde una perspectiva meramente sensacionalista, enfatizando más el posible regreso de JOH tras la apelación anunciada inmediatamente después de la sentencia; dejando de lado lo que de verdad importa, como ser el significado que tiene para Honduras y su población esta condena. Y pese a que no era la condena que muchos esperaban, se juzgó al cabecilla de esa estructura criminal que ha hundido el país y faltan muchos más. Sin embargo, los medios de comunicación siguen fabricando cortinas de distracción con noticias irrelevantes, llevando a la población a la ignorancia y desinformación. A estos periodistas y medios de prensa les hacemos un llamado a ejercer con dignidad su profesión, a que sean fuente de información para que se pueda hacer justicia para Honduras y a la vez sacarla de donde la dejó JOH y su banda.

En ese sentido declaramos que a pesar de que la condena no nos deja satisfechos en nuestro afán de lograr mínima justicia, lo menos que debe suceder en Honduras es lo siguiente:

  1. Desmontar y enjuiciar la estructura criminal -incrustada en todos los poderes del Estado- que respaldó y se benefició del accionar criminal del clan Hernández Alvarado y, por otro lado, que el gobierno de la refundación se comprometa con no continuar premiando con dádivas y nuevas funciones a los adláteres del narcodictador, como vergonzosamente está ocurriendo. ¿Tenemos un actual gobierno distinto radicalmente del narcogobierno de JOH o la estructura narco criminal de JOH va a continuar intacta en el actual gobierno?
  2. Perseguir penalmente, por los delitos que por acción u omisión cometieron militares, policías, ministros, diputados, magistrados y todos los funcionarios a diferentes niveles que tuvieron el deber legal y constitucional de detener el avance criminal de la estructura de los Hernández Alvarado.
  3. Cancelar aquellas organizaciones, como Iglesias y ONG´s que funcionaron como fachada para asaltar el Estado de Honduras y maquillar la narcodictadura; y, al mismo tiempo, inhabilitar la estructura legal político partidaria que facilitó la llegada al poder a JOH para que operara y saqueara el Estado.  La pervivencia de estas instituciones amenaza con el retorno a un nuevo narcoestado como posibilidad bastante grande y peligrosa.
  4. Erradicar toda la estructura de corrupción e impunidad (leyes, instituciones, figuras como el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad creado en 2011 cuando JOH fungió como Presidente del Congreso Nacional) que se construyó durante los 12 años de narcodictadura y profundizó una lógica de corrupción que saqueó las arcas del Estado, entregó concesiones a diestra y siniestra de nuestros territorios y bienes comunes, colaboró para que nuestro país se convirtiera en narcogobierno y asesinó a nuestros compañeros y compañeras durante las luchas contra los fraudes electorales de 2013-2014 y 2017-2018.
  5. Incautar y asegurar todos aquellos bienes que fueron adquiridos producto de las acciones criminales del clan Hernández Alvarado y sus allegados, incluyendo funcionarios, familiares y amigos.
  6. Iniciar cuanto antes en Honduras y contra JOH, la persecución penal por los delitos que haya cometido como ciudadano y como funcionario público.
  7. Reclamar oficial y formalmente a la embajada de los Estados Unidos de América su culpabilidad ante el reconocimiento y sostenimiento del falso triunfo de JOH en los procesos electorales de 2013 y 2017, y se le exija una disculpa ante la población hondureña y el mundo.
  8. Dar trámite a nuestras peticiones interpuestas ante la Corte Suprema de Justicia en relación a los recursos de inconstitucionalidad contra el Código Penal que fomentan los delitos de corrupción en el país, que fuera aprobado en el gobierno del narcotraficante JOH.
  9. Llamamos a las organizaciones de lucha social, a nuestros territorios y comunidades a continuar en el proceso de resistencia, articulación y construcción de cambios estructurales para impulsar una nación en dignidad y justicia.

Finalmente, como organizaciones que durante muchos años hemos denunciado los abusos y violaciones que Juan Orlando y su clan realizaron en contra de la soberanía del país; hoy, a la luz de la condena del narcodictador, exigimos al actual gobierno que si en verdad quiere refundar el país, pase del discurso a la acción, iniciando por hacer posibles los cambios que la institucionalidad hondureña necesita para acabar con años de corrupción y terminar de una vez con lo que JOH y su hermano crearon, un narcoestado. 

POR UNA HONDURAS VERDE, SOSTENIBLE, JUSTA Y DIGNA

Luego de que el 23 de mayo del 2024 la presidenta Xiomara Castro a través de un discurso, junto al Consejo Nacional de Defensa y Soberanía anunciaran el nuevo plan de “Cero Deforestación al 2029”, el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, Bufete de Estudios para la Dignidad y FUNDAMBIENTE nos cuestionamos si este nuevo proyecto en verdad favorecerá a la situación ambiental del país. Teniendo en cuenta el deplorable estado de los bosques nacionales y la permanente denuncia de las organizaciones, pueblos indígenas, garífunas y territorios campesinos sin lograr hasta el presente acciones urgentes y contundentes de parte del Estado.

Ahora se ha declarado en emergencia ambiental por la situación alarmante de la deforestación y su impacto sobre las cuencas productoras de agua. Esto a causa de los proyectos de generación de energía que quieren instalarse en territorios sin consultar a las comunidades, ejemplo de ello son, el sector Pajuiles con el proyecto hidroeléctrico de la empresa HIDROCEP que contaminó el río Mezapa, produciendo afectaciones en la salud de las personas y pretendía dejar sin agua a las comunidades del sector. Así mismo, en Jilamito, la empresa INGELSA y su proyecto hidroeléctrico sobre el río Jilamito, hasta ahora el único no explotado por la empresa privada gracias a la organización de la comunidades, este proyecto además de contaminar las fuentes de agua y dejar sin el derecho al agua a las comunidades, generó una ola de violencia en el territorio y provocó una ruptura en el tejido social.

Es por esto que nos cuestionamos si esta iniciativa va en línea de detener la deforestación y proteger lo que nos queda de boques y las fuentes de agua; es posible que esta sea una medida correcta para combatir la emergencia ambiental, pero solo si sus proyecciones se acompañan de procedimientos técnicos y políticos adecuados, y se abre a la participación activa y proactiva de la ciudadanía. De lo contrario se quedará como en muchas ocasiones, en discurso y en un show mediático.

Contrariamente a lo que se señala en el documento “Cero Deforestación al 2029”, son los grandes empresarios madereros que deforestan, no las familias “campesinas marginales” que expanden la frontera agrícola, tal como lo afirma Xiomara Castro y el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad.

Esas familias campesinas no son responsables ni siquiera de la décima parte de la deforestación nacional. ¿Por qué esconder ante la población el verdadero rostro y nombre de quienes nos dejan sin bosques? ¿Por qué esconder a los responsables de los incendios forestales como los de La Tigra y El Merendón o los que talan un cerro completo para sus proyectos habitacionales? El gobierno no podrá ocultar los grandes depredadores de los bosques y las cuencas de agua porque desde nuestros pueblos nos enfrentamos a ellos casi a diario, aun a costa de ser criminalizados por defender la vida.

Y, por otro lado, el problema de las familias campesinas marginales se solucionaría en cuanto el gobierno recupere los cientos de miles de hectáreas de tierras (ya destinadas constitucionalmente para fines de reforma agraria) y emprenda inmediatamente una política agraria que beneficie a los cientos de miles de familias campesinas sin tierras. ¿Quién detendrá los verdaderos asesinos de los bosques de Honduras si el gobierno de Xiomara Castro ni siquiera se atreve a nombrarlos?

Cabe mencionar que bajo la tutela del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad se ha estructurado una red de representantes de instituciones de gobierno que, por supuesto, deben dar cuenta a los generales, y dispondrán de 19 mil millones de lempiras para hacer reverdecer los bosques de Honduras de ahora al 2029. Nos parece mucho más importante que no sean los militares, sino las mismas comunidades rurales insertas en geografías boscosas quienes sean determinantes y protagónicas en la recuperación de los bosques y cuencas; ya que, al acabarse los fondos dispuestos, los militares volverán a sus barracas, pero las comunidades continuarán aplicando todo lo aprendido en manejo y conservación de bosques aún más allá del 2029. No deja de ser lamentable que el brazo de lucha y construcción de la refundación nacional haya dejado de ser el pueblo y sus organizaciones sociales populares, y en su lugar haya sido entregado por el gobierno actual a los militares.

En el marco del desarrollo del programa de “Cero Deforestación al 2029”, el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia designarán 3 fiscales y 3 jueces con carácter de jurisdicción nacional para atender las situaciones que ameriten un tratamiento legal. Consideramos esta medida como buena pero insuficiente. El pueblo hondureño no se merece crear pequeños islotes de justicia, sino que estas instituciones se renueven a nivel nacional para acabar con la impunidad ambiental de los entes devastadores de los bosques, pero también de todos aquellos que violentan los derechos humanos de cualquier ciudadano o ciudadana vinculados a los bosques y, sobre todo, que asuman el honor de hacer justicia a todos los pueblos originarios de Honduras y no solamente a los que se mencionan en el documento “Cero Deforestación al 2029”. Los pueblos originarios son los que más tiempo llevan gritando el despojo de sus tierras y la consecuente devastación ambiental provocada por empresarios madereros, terratenientes, mineros y más recientemente los empresarios vinculados a la captura de carbono utilizando los bosques de los pueblos indígenas y garífunas.

En este contexto, nos cuestionamos, que cambiará con esta iniciativa ya que durante años se ha denunciado la deforestación ejecutada por particulares, madereros, empresas en complicidad con los funcionarios de gobierno e instituciones como Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA) y e Instituto de Conservación Forestal (ICF) y su papel omisivo ante el saqueo y la quema del bosque. Por otra parte, los fiscales no investigan, no acusan y el poder judicial no condena. ¿Por qué debería cambiar ahora, con relación a estas fiscalías y juzgados especializados? ¿Por qué deberíamos confiar en que estas fiscalías no seguirán permitiendo la destrucción de los bosques y las cuencas de agua? Ya que han sido estos fiscales los que han permitido la criminalizaron de nuestros compañeros y compañeras por defender el bosque en Locomapa.

Al ICF se le instruye para que (contando con el apoyo de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional) anule jurídicamente cualquier autorización para devastar las zonas Núcleo de las áreas protegidas. Esto que se faculta hacer al ICF en conjunto con las fuerzas del orden en las áreas protegidas (ley secundaria) debe atenderse, con mucha más obligatoriedad, en los territorios de los pueblos originarios amparados en el convenio 169 de la OIT, convertido en ley primaria desde el momento de su ratificación en 1994. Las 75 áreas protegidas a nivel nacional son solo una muestra de la riqueza natural de Honduras que ciertamente deberán perpetuarse como lugares santuario. Sin embargo, es urgente sanear los territorios de los pueblos originarios, acabando con el saqueo mediante deforestación, destrucción de ríos, demolición de montañas, etc. para recuperar la salud geoambiental de las regiones donde están insertos.

Al MADJ, BED y FUNDAMBIENTE nos parece insensato que la Comisión de “Cero Deforestación al 2029” esté integrada únicamente por personal de las secretarías de Estado, autocomprendiéndose de forma autoritariamente omnisciente, donde la toma de decisiones es un asunto exclusivo de funcionarios de Estado. Es por esto por lo que pedimos la mayor transparencia en el uso de los fondos asignados a cada una de las instituciones. La sociedad debe seguir de cerca el manejo y ejecución de los fondos para evitar el desvío o mal uso de estos. Por otro lado, sería idóneo que se presente un plan de distribución de los fondos para que no se conviertan en otro apetito de funcionarios del gobierno, ni que el dinero sirva como moneda de cambio para pagar favores políticos a grupos empresariales que puedan beneficiarse con contratos en el marco de estos fondos.

Es necesario que a esta Comisión se sumen representantes cualificados de las principales universidades y centros de investigación nacionales. Igualmente es importante sumar a representantes de organizaciones sociales y movimientos populares que de antemano han construido aprendizajes significativos (teóricos y prácticos) en asuntos de defensa de la soberanía ambiental de los pueblos y diseño de tecnologías populares de preservación, conservación, y desarrollo sostenible en territorios de vocación forestal integrando acciones sociales y técnicas de carácter agrosilvopastoril eficaces, sostenibles y con alto grado de justicia social.

Respecto del mandato otorgado al Poder Legislativo, de reformar el Código Penal para el endurecimiento de penas y sanciones por la comisión de delitos ambientales, consideramos importante endurecer algunas penas y reconocer nuevos delitos ambientales. Pero de nada servirán tales reformas si antes no hay compromiso por hacer justicia ambiental a quienes delinquen impunemente y en mayor calado, como lo hace el sector empresarial de Honduras.

Valoramos la iniciativa de combatir la emergencia ambiental del país, pero nos resulta insuficiente que el documento contemple la asignación aislada de algunos incentivos para las personas que voluntariamente colaboren con el programa de la “Cero Deforestación al 2029”. Nos preocupa el nacimiento de estas iniciativas con enfoque militarista y que suceda como con la Comisión de Seguridad Agraria y Acceso a la tierra, que se esperaba ayudará a solucionar el conflicto agrario pero lo único que ha hecho es ponerse de lados de los empresarios y desalojar a cientos de familias campesinas. Nos preocupa que esta línea militarista sea una política de gobierno, un gobierno que criticó tanto el modelo de mandato del expresidente Juan Orlando Hernández, y que ahora se puede decir que no hay muchas diferencias entre uno y otro, nos cambiaron las bombas lacrimógenas por tanquetas con chorros de agua para reprimirnos.

Finalmente, el MADJ, BED y FUNDAMBIENTE llamamos a los pueblos originarios, organizaciones populares y pueblos en general a sumarse a la lucha por combatir la emergencia ambiental del país. Se impone hacerlo no como peones, sino como agentes, autores y actores dueños plenos de nuestra propia historia. Frente a los empresarios extractivistas que no denuncia el gobierno de Xiomara Castro en el documento “Cero Deforestación al 2029”, vamos a ejercer soberanía ambiental en todos nuestros territorios. Nadie puede despojarnos y marginarnos de nuestra ciudadanía ambiental. Pero esto implica organizarnos para preservar y conservar nuestros bienes naturales, al mismo tiempo que delatar y someter a la justicia a quienes depredan los entornos ambientales de las comunidades y pueblos, que saquean nuestros bosques y destruyen nuestras cuencas proveedoras del agua que necesitamos y se roban los bienes naturales que pertenecen a todos y todas.

Cuando se lucha con dignidad la victoria está asegurada. No importa cuánto nos cueste. La dignidad y la justicia siempre se imponen.

MADJ propone la cancelación del Partido Nacional por corrupto, violador de derechos humanos y su vínculo con el narcotráfico

Tegucigalpa, Honduras. Junio, 2024.

Cancelar de inmediato la personalidad jurídica del Partido Nacional de Honduras (PNH), por la constatación de la participación de su dirigencia en actividades ilícitas que van desde el narcotráfico, actos de corrupción y las múltiples violaciones a derechos humanos en contra de la población, fue la solicitud presentada por el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).


El planteo fue hecho por el MADJ en el marco de la conmemoración de su 16 aniversario y en su petición se indica que desde el 2010 que inician las administraciones del Partido Nacional, altos funcionarios estatales y del PNH, incluidos el expresidente Juan Orlando Hernández y su hermano Juan Antonio Hernández, han estado involucrados en operaciones de narcotráfico y lavado de dinero. Este hecho está comprobado con las sentencias de culpabilidad de ambos hermanos por delitos de criminalidad organizada transnacional por los tribunales de Estados Unidos.


También se suma a este listado otros miembros del PNH, como Hilda Hernández, hermana del ex presidente Hernández, quien solicitaba dinero para proyectos por medio del Fondo de Desarrollo Departamental, que posteriormente eran utilizados para financiar las campañas políticas de su hermano. Asimismo, el ex presidente Porfirio Lobo Sosa, fue señalado por actos de corrupción y vínculos con el narcotráfico; su esposa, Rosa Elena Bonilla, fue condenada por apropiación indebida de fondos públicos destinados a programas sociales durante la presidencia de su esposo, su hijo Fabio Lobo, fue sentenciado en Nueva York a 24 años de cárcel, por tráfico de drogas, el hermano del ex presidente Lobo, Ramón Lobo, también fue acusado por el delito de fraude y malversación de caudales públicos.


Ricardo Álvarez, ex vicepresidente de la República y Mauricio Oliva, ex presidente del Congreso Nacional también fueron denunciados por el desfalco del IHSS junto con diputados y diputadas del PNH quienes aprobaron los contratos para la adquisición de medicamentos. Nasry Asfura, otro prominente líder del PNH fue acusado por delitos de abuso de autoridad, fraude, malversación de caudales públicos, falsificación de documentos y lavado de activos.


El PNH a través de sus liderazgos violentó los artículos 58 y 83 de la Ley Electoral y las Organizaciones Políticas que establecen las obligaciones y deberes de los partidos políticos de respetar y cumplir con el sistema democrático y la legislación vigente, por lo tanto, según la ley, el CNE se puede cancelar la inscripción de un partido político que haya obtenido su registro de manera fraudulenta o que no cumpla con sus obligaciones legales.


El PNH, según los datos presentados por el MADJ ante el CNE, incurrió en acciones que contradicen los principios de justicia, libertad y bienestar, establecidos en los estatutos de ese instituto político y el ordenamiento jurídico nacional. Estas acciones han socavado el Estado de Derecho y la democracia en Honduras. La solicitud argumenta que las prácticas corruptas y las violaciones de derechos humanos por parte del PNH han usurpado la voluntad del pueblo hondureño, manipulando el proceso democrático y representativo. Por esta razón, el CNE debe asumir iniciativa para supervisar, investigar y revisar las acciones de todos los partidos políticos, comportamiento que hasta hoy no ha realizado ese órgano colegiado.


“Los actos del Partido han socavado la soberanía popular al imponer un gobierno basado en la corrupción y la violencia en lugar de la representación legítima del pueblo durante la reelección de Juan Orlando Hernández en 2017, cuando las protestas masivas contra el fraude electoral fueron brutalmente reprimidas por las fuerzas de seguridad del estado. Estas acciones violentas, incluyendo asesinatos y detenciones arbitrarias, violaron el derecho al sufragio libre y la participación democrática de los ciudadanos hondureños. La represión estatal impidió que los ciudadanos ejercieran sus derechos democráticos de manera plena y libre”, establece de manera exacta la denuncia.


Concretamente la petición del MADJ al CNE es que se cancele la personalidad jurídica e inscripción del PNH por haber cometido actos contrarios a la Constitución de la República, convenios internacionales y las leyes electorales, que constituyen un atentado en contra de la democracia, el orden constitucional y el Estado de Derecho, para ellos piden que se revisen las pruebas documentales, como las resoluciones judiciales sobre las extradiciones de dirigentes del partido nacional y sentencias judiciales que les condenan en tribunales extranjeros, que el CNE inspeccione los archivos de la secretaría del partido para revisar los procesos sancionatorios en contra de sus integrantes, entre otras diligencias.

De Nueva York a Honduras, el pacto de las estructuras criminales 

Ante la evidente vinculación de la institucionalidad hondureña con el narcotráfico en el juicio de JOH y frente a los nuevos nombramientos en el Congreso Nacional; nos cuestionamos: 

¿Será mera coincidencia que mientras en Nueva York se juzga a JOH y a esta forma corrupta de hacer política, la actual administración da continuidad a este modelo mediante acuerdos con partidos políticos y la élite de poder que fueron y son partícipes en la construcción del narcoestado? 

¿Por qué no se público el contenido de este acuerdo político, en un gesto de transparencia, vergüenza y abandono a los históricos y ahora públicos pactos de impunidad entre la rancia dirigencia política hondureña? 

 Además, ¿Qué nos asegura que estos nuevos nombramientos prevén un mejoramiento en el sistema de justicia para el país y que todas las personas implicadas en la corrupción expuestas en el juicio de JOH podrán ser juzgadas en las instituciones nacionales para avanzar en lo mínimo que exige la refundación del país? 

Estamos convencidos de que los nuevos nombramientos, no son los consensos que necesitamos para revertir la cooptación en que se encuentra el Estado de Honduras, altamente evidenciada el juicio de la Corte del distrito Sur. 

Las organizaciones del movimiento popular hondureño debemos asumir un papel más beligerante que nos ubique en un rol de mayor peso e incidencia en la toma de decisiones para construir otra Honduras. Una que pueda juzgar en su propio territorio a los responsables de destruir el sistema de justicia y que a la vez pueda refundar de raíz este país.

El Juicio contra JOH: una institucionalidad al servicio del narcotráfico y del lavado de activos

Los testimonios de narcotraficantes rendidos en el juicio contra JOH en Nueva York reafirman la denuncia de que toda la institucionalidad del Estado hondureño ha sido puesta al servicio del narcotráfico y del lavado de activos provenientes de ese negocio criminal. Esta afirmación supera la idea popularizada de que el narcotráfico ha sido solamente un problema del sistema de justicia, fundamentalmente del Ministerio Público, del Poder Judicial y de las fuerzas de seguridad del Estado. La institucionalidad hondureña fue corrompida de forma más profunda, convirtiendo en funcional a un proyecto criminal a instituciones encargadas del control y correcto funcionamiento del sistema financiero, de la sana administración pública e, incluso, la encargada del desarrollo de proyectos sociales.

En este contexto, cabe preguntarnos qué responsabilidad tuvieron el Banco Central de Honduras, el Tribunal Superior de Cuentas, la Comisión Nacional de Bancas y Seguros, la Asociación de Municipios de Honduras, las entidades de Justicia y Control Electoral, entre otras, y cuál será la responsabilidad penal y administrativa que será sancionada. Aún con esto anterior, es todavía más importante preguntarnos qué proceso de transformación profunda se están generando actualmente en la institucionalidad hondureña con el propósito de que nunca más el Estado Hondureño sea puesto al servicio del tráfico de drogas y lavado de activos.

Aunque el juicio en Nueva York concluyo con una condena en contra de JOH por sus crímenes relacionados al narcotráfico, es imperativo reconocer que es solamente un personaje el que está siendo juzgado y que eso no significa el desmantelamiento del resto de la estructura criminal que sigue siendo parte de la institucionalidad hondureña. Tampoco una sentencia de culpabilidad daría por disueltas las dinámicas institucionales que favorecen los negocios criminales y el lavado de dinero proveniente del tráfico de drogas.

Conforme a estas reflexiones, si la administración de Xiomara Castro no inicia una transformación radical del funcionamiento de la institucionalidad pública, pesará sobre su gobierno la duda sobre la transparencia de sus decisiones y las de su Gabinete. Es decir, se sospechará si la construcción de carreteras corresponde a favorecer rutas de narcotráfico o a meros proyectos de desarrollo; si los contratos de desarrollo de obras sociales son otorgados en función de la mejor oferta o de alianzas con sectores empresariales-criminales; si el Banco Central o la Comisión Nacional de Bancas y Seguros vela por un correcto funcionamiento del sistema financiero aun cuando no exista ninguna muestra pública del compromiso para combatir el lavado de activos desde el Estado; entre otros.

Desde las organizaciones del movimiento popular nos corresponde seguir asumiendo la responsabilidad de reflexionar y construir otra Honduras, una que ponga su institucionalidad al servicio de un proyecto político popular y garante de dignidad para todos y todas.

122 Aniversario del Partido Nacional, entre liderazgos presos enjuiciados y prófugos

El Partido Nacional celebra su 122 aniversario sin ningún liderazgo visible ni en el país ni a lo interno de sus estructuras… su dirigencia se encuentra encarcelada, prófuga, procesada penalmente y reducida en liderazgo social frente a la condena moral que les impone la sociedad hondureña. Pese a la vergüenza pública que significa el juicio de JOH y sus vínculos con los cárteles de la droga, la dirigencia cachureca no está reflexionando sobre el cambio de rumbo que debería estar tomando su partido. Esta dirigencia parece estar determinada a seguir la misma ruta política de vinculación al crimen, a la corrupción y al servilismo político para intentar reponerse de la derrota electoral del año 2021. Frente a esto, la militancia de base y sus juventudes tienen la posibilidad de sentir vergüenza de su partido político y fundar una forma honesta de hacer política. 

En el 2022, el Movimiento Amplio solicitó la cancelación de la personalidad jurídica del Partido Nacional por ser una estructura conformada por su dirigencia para favorecer sus negocios criminales y la corrupción desde el Estado, no obstante, la justicia electoral desestimó la petición sin adoptar ninguna decisión orientada a que no vuelvan a cometer los mismos actos de perversión partidaria. Este panorama sitúa como la mayor preocupación que enfrenta nuestro país que ni la institucionalidad pública ni los demás partidos políticos están desarrollando procesos relevantes para erradicar las causas estructurales que permitieron la existencia de un Partido Nacional como el de JOH y, en consecuencia, se estaría alentando la repetición de esta tragedia política si no existe un proceso de justicia y transformación profunda del país y de su sistema democrático. 

En este contexto, los partidos políticos, fundamentalmente LIBRE como partido de gobierno, deben asumir un compromiso con romper la forma de hacer política electoral que fundó el Partido Nacional sobre la base del vínculo con el crimen organizado, impunidad para militares y policías dedicados al narcotráfico, concentración de poder en el sistema de justicia, entre otras. Es imperativo que sea un proyecto popular y auténtico, sobre la base de los principios democráticos, el que se configure como el horizonte de la nueva forma de hacer política que necesita Honduras. 

El juicio de JOH en los EE. UU. no es una narco telenovela más de las que despierta simpatía o rechazo del público hacia el gran protagonista. Ni es un pasatiempo útil para aliviar las crisis emocionales permanentes de nuestro pueblo. Desde el movimiento popular y la ciudadanía honesta debemos asumir el seguimiento de este juicio reconociendo que es el retrato más nefasto de la forma en qué se hace política en el país y de cómo el crimen organizado mundial se hizo de la dirigencia del Partido Nacional y del mismo Estado hondureño, siempre con el propósito de transformar esa realidad. 

¡Queremos paz con justicia y dignidad!

El Juicio a JOH en Nueva York ¿Se juzga a un narcotraficante o se juzga a una forma de hacer política?

La primera semana del juicio contra Juan Orlando Hernández ha capturado la atención de la sociedad hondureña, de los medios de comunicación y de supuestos analistas expertos en la materia que, pese a la cantidad de reflexiones y noticias que se publican, redundan en describir meramente el desarrollo del juicio o intentan reflexionar sobre las posibilidades de sentencia condenatoria o exculpatoria. En todo caso, para el movimiento popular ninguna de estas reflexiones o publicidad resulta útil u oportuna.

El actual momento histórico nos sitúa en la responsabilidad de reflexionar a fondo sobre el significado de este juicio contra JOH en perspectiva de sistema y del futuro político de país, que va más allá del personaje de un narco-expresidente y abarca una forma de hacer política: a la constelación de dinámicas políticas corruptas, de un sistema electoral que se financia del crimen, de la acumulación de poder en el sistema de justicia, de la empresa privada vinculada con estructuras criminales que instrumentalizan el Estado, entre otras, que han quedado descubiertas en esta primera semana de juicio y sobre lo cual no está existiendo atención mediática ni de la institucionalidad pública que pudiera provocar su transformación.

La evacuación de los testimonios y demás pruebas del juicio muestran la forma en que JOH y sus narcos aliados se hacían del poder político para instrumentalizar el Estado en provecho de su negocio criminal, por esto, cabe preguntarnos si las estructuras y dinámicas que posibilitaron esta forma corrupta de hacer política será transformada por la actual administración pública o, por el contrario, será aprovechada para aprender de los “errores de JOH” e identificar las rendijas que posibilitaron su caída para no permitir que les pase lo mismo.

Desde el movimiento popular y desde el MADJ nos convoca la responsabilidad de reflexionar y allanar el camino hacia otras formas en que debe hacerse política en nuestro país, una que tenga horizonte de dignidad, justicia y transparencia, siempre guiada por el proyecto popular y colectivo de país y no inspirada por la mezquindad del individualismo, sectarismo o por intereses criminales.

Nuestra gratitud inmensa al movimiento popular latinoamericano

Apreciados compañeros y compañeras, hermanos y hermanas del movimiento popular latinoamericano, un saludo combativo y revolucionario para ustedes desde el corazón del movimiento popular hondureño.

Hace unas semanas [24-26 de enero] se desarrolló el encuentro nacional del movimiento popular de Honduras, en la segunda ciudad más importante del país, San Pedro Sula, también conocida como la capital industrial. Desde este espacio hemos reafirmado nuestro compromiso con Honduras y con todas las fuerzas populares del continente, con ustedes y con quienes estamos en la travesía de la dignidad, la
justicia social y la construcción del poder popular.

En el marco de los dos años del triunfo de Xiomara Castro, convencidos de arreciar la
lucha, reafirmamos la autonomía del campo popular, nos declaramos en movilización permanente y en proceso para construir nuestro el instrumento político para arrancar de tajo los vicios estructurales que impiden un nuevo pacto social y político en el país.

Este momento fortalece nuestras subjetividades revolucionarias y otorga claridad política al campo popular hondureño, que desde el golpe de 2009 había entrado en un horizonte de monotonía. Estamos
profundamente convencidos que avanzamos con firmeza hacia el fortalecimiento de la agenda propia del movimiento popular y que acudimos al nacimiento de una expresión popular cargada de novedad, fuerza y creatividad para responder a los desafíos de este momento histórico.

Junto al buen sentir que nos ha dejado el encuentro hacemos expreso nuestro agradecimiento a ustedes por su cálida presencia que a través de la virtualidad se hizo manifiesta y que reafirmó nuestro sentido de pertenencia al inmenso racimo del movimiento popular latinoamericano y de los distintos proyectos de emancipación de la patria grande.

Agradecemos profundamente sus muestras de cercanía, la solidaridad y su compromiso que trasciende las fronteras. En el ajetreado escenario que nos movemos las organizaciones populares- un breve video de saludo y de motivación-es también un acto de subversión, es fuerza que revitaliza los vínculos, es sinónimo de la polifonía que recorre nuestro continente abriéndose paso para que eso que llamamos la Vida siga aconteciendo.

Les abrazamos fervorosamente y reafirmamos el compromiso y deseo de seguir coincidiendo en la tenacidad y en la alegría que nos otorga la lucha único camino para construir otros mundos posibles.

Organizaciones convocantes del Encuentro:
° Plataforma Agraria del Aguan
° Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)
° Bufete Estudios para la Dignidad (BED)
° Plataforma Lenca de la Paz- PALAGUA
° Central Nacional de Trabajadores del campo CNTC-El Progreso

Carta agradecimiento al Mov Popular Latinoamericano Fin corregido de Acssa Flores