La resurrección es vida cuando los pueblos se unen y resisten a la muerte

A los integrantes del Movimiento Amplio y al pueblo hondureño que confiesa la fe cristiana el MADJ les desea felices pascuas de resurrección, sobre todo para los Núcleos Comunitarios y comunidades en resistencia que se resisten a morir junto con sus ríos, bosques y montañas. La resurrección del carpintero de Nazaret ha demostrado que la muerte nunca tiene la última palabra.

Los signos de muerte sobreabundan. En este momento el Banco Interamericano de Desarrollo junto a empresarios voraces, militares y funcionarios corruptos intenta despojar a las comunidades de Atlántida de sus bienes naturales. En el pueblo Tolupán los madereros condenan a muerte a las familias indígenas al saquearles sus bosques, secar sus fuentes de agua y destruir la biodiversidad de sus territorios. En Copán la empresa minera MINOSA continúa destruyendo las comunidades del municipio de La Unión. Es ahora cuando el profetismo social y revolucionario de Jesús de Nazaret es ejemplo vivo que nos mueve a luchar incansablemente por defender las vidas de nuestros pueblos  protegiendo todo aquello que nos permite vivir.

Jesús, nuestro Compañero Dios Resucitado, denunció a los criminales de sotana, ladrones biblia en mano, funcionarios corruptos, personas avarientas y demás seres perversos de su mundo. Jesús perteneció al pueblo rebelde en defensa permanente de la vida y la dignidad de toda persona. Siempre fue más allá de los convencionalismos religiosos, políticos, jurídicos, sociales e imperiales que por siglos han obligado a los pobres a callar y someterse pacientemente a los caprichos de los poderosos.

A su Comunidad en Resistencia Jesús la llamó “Pueblo de Dios”. Resistían a todo mandato que fuera en contra de la dignidad de las personas y violentara la justicia de sí mismo y del prójimo. En ella había mujeres, niños y niñas, ancianos, pescadores, jóvenes, agricultores y pastores, y todos eran iguales y tenían los mismos derechos y deberes. Ahora nos sentimos convocados desde los Núcleos Comunitarios a fortalecer nuestras Comunidades en Resistencia sabiendo que la experiencia de resurrección toma rostros concretos en nuestras luchas.

Resucitemos como Movimiento Amplio con nuevos dinamismos, nuevas fuerzas, con nuevas iniciativas dignas y humanizadoras de nuestras comunidades, venciendo todo aquello que signifique despojo y muerte para nuestros pueblos y territorios.

El Movimiento Amplio, aun siendo una organización sin credo religioso o político partidista oficial, reconoce la valiosa participación de hombres y mujeres, de manera especial nuestros mártires, que movidos por su espiritualidad cristiana lucharon comunitariamente reafirmando el derecho a la vida con dignidad y justicia para todo ser humano. Resucita Jesús-Ramón Fiallos en las comunidades de Jilamito y Atlántida defendiendo el derecho a la dignidad de todo ser humano. Resucita Jesús-Enriqueta, Jesús-Ricardo, Jesús-Armando, Jesús-Salomón, Jesús-Samael, Jesús-Milhem en el pueblo Tolupán defendiendo la Creación sustentadora de la vida del pueblo Tolupán. Son estos compañeros y compañeras creyentes que desde su fe hacen posible sentir la experiencia del Resucitado en nuestros territorios.

¡Jesús resucita en jilamito, en Pajuiles, en Lombardía, en el sector Florida, en San Juan, en Azacualpa, en Locomapa y en las 31 tribus del pueblo Tolupán!

Cuarta Legislatura y 11 años de narcodictadura.

El 27 de enero se cumplieron siete años del ascenso ilegal e ilegitimo del narcodictador Juan Orlando Hernández, quien después de haber violentado la Constitución de la república, amparado y respaldado por el gobierno de los Estados Unidos, la comunidad y cooperación internacional, así como organismos financieros e internacionales, entre ellas la OEA, asumió el poder en Honduras.

A más de 11 años del golpe de Estado, la sociedad hondureña se encuentra entre una delgada línea de una “Honduras de acá y una Honduras de allá”. Y es que con esa frase el dictador y las organizaciones criminales, entre ellas; el partido nacional y liberal, han implantado en Honduras una forma de gobierno donde la élite económica y militar han tenido mayores beneficios, cobertura de derechos y principalmente impunidad, pues, tras escalofriantes casos de corrupción en el pasar de los años (2013, 2015, 2017 y 2020), la narcodictadura no deja de sorprendernos.

El gobierno de Juan Orlando Hernández ha sido marcado por los actos de corrupción en total impunidad, los fraudes electorales respaldados por la embajada norteamericana, los desfalcos y privatización de las instituciones del Estado, una agenda completamente abierta a la entrega de los territorios y la venta “menudeada” del país.

El orden constitucional que se rompió en el golpe de Estado en el año 2009 nunca más volvió a restablecerse a pesar de haber celebrado tres procesos electores, todos ellos, fuertemente criticados por la población, gremios y organizaciones políticas y sociales, desde entonces las sucesivas embestidas contra la Constitución han seguido reduciendo la frágil institucionalidad hondureña y han abierto cada vez más espacios para el autoritarismo.

Los últimos tres Gobiernos liderados por el Partido Nacional han implementado políticas neoliberales, concesionando territorios y recursos naturales sin ser notable una mejoría en la calidad de vida de las y los hondureños, por el contrario, han beneficiado a los autores intelectuales de golpes de estado, asesinato a líderes y liderezas políticos y luchadores sociales (Caso Berta Cáceres, Ramón Fiallos y María Enriqueta Matute), El presupuesto de seguridad y defensa ha incrementado año a año en detrimento de las políticas sociales, que en los últimos años han sufrido un deterioro en la cobertura de derechos y condiciones mínimas de dignidad.

Producto de la reducción presupuestaria y el abandono, los servicios sanitarios y de educación han sufrido graves recortes y privatizaciones, generando precarización laboral y perjudicando a los sectores más empobrecidos. Pese a todo, Hernández sigue contando con el tibio beneplácito de la comunidad internacional y con el apoyo expreso de Estados Unidos, el comando sur y la Embajada de Estados Unidos en Honduras, que aún no cuenta con la totalidad del cuerpo diplomático, que públicamente considera al presidente un excelente aliado en la lucha contra el narcotráfico, obviando la evidente penetración del narco en las estructuras estatales.

Por todo ello es que, en este nuevo aniversario del golpe dictatorial, sus continuadores siguen entregando el país a la codicia de las trasnacionales, de los intereses del imperialismo norteamericano y principalmente, de los saqueadores de cuello blanco, que desde sus apellidos importados han hundido la economía de manera que la desocupación y la miseria han convertido a Honduras en uno de los territorios más pobres de Centroamérica y del continente.

La oscuridad grisácea que contempla a Honduras desde el Narco Estado, tiene a sus hombres y mujeres, sus niños y hasta los ancianos en una de las peores crisis humanitarias a nivel global, pues es el pueblo quien alimenta las columnas de los “condenados de la tierra” que intentan llegar hasta las vallas que separan la frontera de México con el infierno USA.

Desde el 2009, el capital transnacional, la comunidad y cooperación internacional, hidroeléctricas, mineras, aserraderos, pastillas de harina, narcotraficantes, agentes encubierto, dos fraudes electorales y una militarización de la institucionalidad y de la sociedad son los datos duros que se manifiestan en las calles empobrecidas, desiguales y violentas de Honduras, pues han convertido al país y a su institucionalidad en una novela de realismo mágico perfecta, o en otras palabras; Honduras es, una dictadura perfecta, que solo el pueblo, organizado, combativo y digno, puede transformar los días grises, en días de alegría y justicia.

¡Hasta la dignidad, siempre!

Será feliz el día en que exista algo que celebrar, mientras tanto, aquí se respira lucha.

“Hoy quiero construir y destruir, levantar en andamios la esperanza. Para talar, arrasar, las podridas raíces de mi pueblo…” El Combate, Clementina Suárez.

El Congreso Nacional de Honduras, a través de algunos de sus diputados y diputadas aprobó en los últimos días, una reforma a la ley que prohíbe la legalización actual o futura del aborto y con ello, el derecho a decidir de las mujeres hondureñas. Esta iniciativa fue presentada por el parlamentario Mario Pérez integrante del Partido Nacional y se denomina “Escudo Contra el Aborto en Honduras”.

Esta ley incluye la reforma al artículo 67 constitucional que tiene que ver con la protección a la vida y que en la actualidad se leía, “Al que está por nacer se le considerará nacido para todo lo que le favorezca dentro de los límites establecidos por la Ley”, pero que, con la reforma propuesta y aprobada, el artículo establece que “es prohibido e ilegal la práctica de cualquier forma de interrupción de la vida del que está por nacer, a quien debe respetarse la vida en todo momento”.

Ante esto, diferentes organismos internacionales han mostrado su rechazo a la aprobación de esta legislación, una de las instituciones ha sido la Organización de Naciones Unidas ONU, que ha manifestado que, “Lamentamos que los esfuerzos para enmendar el Código Penal con miras a despenalizar el aborto hayan fracasado en el pasado y recordamos que penalizar a las mujeres por abortar va en contra de las normas internacionales de derechos humanos … Este proyecto de ley es alarmante. En lugar de dar un paso hacia el cumplimiento de los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas, el país está retrocediendo”, la OACNUDH por su parte, ha manifestado que “La reforma constitucional para la prohibición absoluta del aborto contraviene obligaciones internacionales y recomendaciones específicas al Estado de Honduras sobre los derechos de las mujeres”.

Los legisladores no tomaron en cuenta las tres causales propuestas para considerar la legalización del aborto, esas causas son: violaciones, malformación grave del feto o cuando la vida de la mujer embarazada está en serio peligro, por lo que Honduras se convierte en uno de los países del mundo donde queda totalmente prohibida esta práctica a pesar de ser una de las naciones con índices muy altos de embarazos adolescentes y donde uno de cada cuatro partos es de una menor de 19 años según la ONU.

La ley fue aprobada por el Congreso con dispensa de dos debates y a tan solo 10 días de haberse conocido, también refiere que, “serán nulas e invalidas las disposiciones que se creen con posterioridad a la vigencia del presente artículo” por lo que deja sin valor y efecto cualquier iniciativa que pretenda presentarse en el futuro para cambiar esta decisión.

Desde el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia declaramos nuestra inconformidad y condenamos el retroceso y los efectos nocivos que impone esta ley, ya que consideramos viene a retroceder y a cercenar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en el país, ante ello, comunicamos y condenamos que:

  1. El proyecto fue propuesto y discutido en su mayoría por hombres, sin legitimidad ni función pública, vinculados al crimen organizado y procesos de corrupción contra el Estado de Honduras y su población.
  2. Que una política pública tan trascendental como los derechos sexuales y reproductivos sea instrumentalizada por la Narcodictadura e Iglesias para desviar la atención de la crisis humanitaria, socio-económica y político-institucional, es la alegoría de la caverna moderna y oscurantista, carente de razón y ética, encaminada a coartar derechos humanos.
  3. El desprecio mostrado por las y los narcodictadores hacia las mujeres y  población en general es incalculable, manifestada en la continua postura del abordaje de problemáticas sociales desde el lente del derecho penal como instrumento ideológico enfocado en atacar a la población empobrecida, sumado a ello, la instrumentalización de la “fe” popular para imponer desde la razonamientos empíricos de pastores y párrocos, obviando el abordaje  temático en materia sanitaria, social e institucional penalizando y obstaculizando diálogos y debates sobre la veindicación de derechos humanos sexuales y reproductivos.
  4. Por último, manifestamos que; la legalización del aborto como derecho humano y la despenalización del mismo, puede tener posturas antagónicas, pero estas deben tener sustento científico y racional. La narcodictadura ha violentado la laicidad del Estado, reduciendo el diálogo y debate político, filosófico y científico a una discusión moral y de principios religiosos, cuando en realidad se trata de la vida y derechos de millones de mujeres hondureñas empobrecidas por una élite corrupta, violenta y narcotraficante.

Reiteramos nuestro llamado permanente a la organización de nuestro pueblo, el que tiene una sola cara de dignidad, el que se ha levantado a la voz de la justicia, contra la corrupción y toda forma de opresión. Por la dignificación…

¡Hasta la dignidad, siempre!

Pueblo Tolupán en Honduras a punto de morir de hambre

En Honduras los pueblos indígenas habitan en condiciones inhumanas debido al abandono estatal y al saqueo desmesurado de sus bienes naturales, y ahora con la llegada del covid19 su situación empeoró.

Todos los pueblos viven en similares circunstancias de hambre, miseria, analfabetismo, falta de oportunidades, con el denominador común del saqueo y despojo de sus territorios ancestrales por “inversionistas” en complicidad con las instituciones públicas y con la consecuencia fatal de asesinatos de sus integrantes que se oponen a esto.

Las medidas impuestas por el gobierno de Honduras para prevenir la propagación del covid19, ha sido en lo concreto, una especie de sentencia de muerte para los pueblos indígenas ya que la naturaleza clasista y elitista de estas no se ajustan a las realidades socio económicas de estas poblaciones en el país que posee el más del 65% de su población total viviendo en condiciones de pobreza, según las cifras del Banco Mundial.

En las tribus del pueblo Tolupán, el hambre ya empieza hacer mella dice uno de los líderes de la tribu San Francisco Locomapa. “Para nosotros los pueblos originarios como los tolupanes y otros pueblos que existen en el país, es una situación difícil, entender que nosotros como indígenas vivimos a coyol quebrado, coyol comido, y cuando no hay esas oportunidades yo creo que la vida se nos pone más difícil y día a día la vemos peor”, esto en relación a la falta acceso a derechos básicos que tienen en esta tribu según José María Pineda.

Lo mismo ocurre en la tribu Las Vegas de Tepemechín, donde según el presidente del Consejo Directivo de Tribu ya no haya que hacer, pues les manifiestan que han llegado ayudas pero que a ellos no se les entrega nada.

En la tribu las Vegas de Tepemechín los indígenas denuncian que están preocupados porque los alimentos han empezado a escasear. “En nuestra tribu estamos un poco asustados los del Consejo de Tribu, porque las autoridades solo nos prohibieron la salida, por las noticias es que paso informado de lo que está pasando, pero cómo vamos a hacer para sobrevivir cuando ya se nos termine el poquito alimento, porque nosotros vivimos del diario y obedecemos no salir, pero no sabemos qué vamos a comer, estamos confundidos y no sabemos qué hacer.”

La misma situación se vive en la tribu La Candelaria, donde la ayuda del Estado ha llegado, pero solo para los simpatizantes del Partido Nacional, afirma Luis Mejía, presidente del Consejo Directivo de Tribu. “La cuestión como en todas las Tribus ha sido crisis siempre, y con esto del coronavirus es peor, digamos que las comunidades como nosotros, no tenemos un trabajo permanente, de lógica estamos en situación crítica, acá no se sabe que hacer porque como todo se hace política, en mi caso en mi comunidad pueden venir las ayudas que vengan y no soy tomado en cuenta ni los que me rodean, esperamos a ver qué podemos hacer porque si esto sigue así no nos vamos a morir de coronavirus sino que de hambre, está bien difícil en las comunidades por los adultos y los niños y esto me imagino que es crítico en todas las tribus de Yoro”.

Algo que denunciaron las y los indígenas, es que para el modelo extractivo no ha habido cuarentena, los empresarios mineros han continuado sacando los minerales del territorio Tolupán sin ninguna restricción estatal y mucho menos de las autoridades de seguridad. “Aquí por ejemplo la minería no para, la minería está trabajando” dijo un habitante de la tribu San Francisco Locomapa en el departamento de Yoro.

Desde el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia denunciamos al gobierno de Honduras por el eterno empobrecimiento hacia el pueblo Tolupán, uno de los pueblos originarios al que los funcionarios públicos han permitido saquear en complicidad con empresarios de la madera y mineros, que violentando los derechos de los pueblos indígenas han robado la riqueza natural y dejado en más miseria a su población.

Sobre ser mujer y cumplir sueños: Lucy Lemus

Sobre ser mujer y cumplir sueños: Lucy Lemus

Por Heidy Alachán

“… ¿cómo hacés para que triunfe la belleza?

¿qué dignidad hace que esa tu risa estalle?

Ay, cómo me llena esa fuerza que tenés.

Guillermo Anderson

“En 2019 tomé la decisión de sacar mi bachillerato trabajando de lunes a viernes en la municipalidad de Arizona, haciendo trabajo de ama de casa y estudiando los sábados y domingos, viajando hacia el puerto de Tela y lo logré. Ahora mi sueño es seguir en la universidad y poder sacar una licenciatura.”

Lucy tiene 38 años. Es una mujer de piel canela o trigueña, como acostumbramos decir en estas honduras. Usa el cabello a los hombros, siempre de color negro. Sus ojos son café oscuro y un poco achinados, sobre todo cuando sonríe. De pocas palabras, en general, pero con la palabra precisa y la claridad política cuando decide romper el silencio.

Lucy es la encargada política de formación del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia y la responsable de comunicaciones del núcleo de Arizona, en Atlántida, zona donde habita.

Por estos días recientes, nos ha dado una lección grande y hermosa sobre cumplir sueños. Se graduó del bachillerato en Ciencias y Humanidades.

Lo que inició como un sueño, luego se convirtió en una decisión de lograrlo. Lucy cuenta que fue en el año 2014 que tomó la decisión de seguir con sus estudios.  “…a mis 33 años comencé de nuevo”, cuenta.

Lucila Yamileth Lemus Cruz o “Lucy” como cariñosamente la llamamos quienes tenemos el privilegio de compartir con ella la militancia y los sueños colectivos, nació en el puerto de Tela, Atlántida, el 26 de febrero de 1982. Hija de doña María Juventina Cruz Gómez y de Don Francisco Lemus Marques, conocido popularmente como “Don Chico” quien trabaja en la ebanistería, proviene de una familia conformada por 6 hermanos en total, 5 mujeres y 1 varón. Lucy cuenta que a dos de sus hermanas les ha tocado emigrar del país por la falta de posibilidad de un trabajo.

Recuerda que su niñez la vivió muy feliz en el municipio de Arizona, Atlántida y  que estudió en la escuela Carlota Márquez de Paz García. Para 1994 Lucy ya tenía su título de sexto grado, pero la realidad la golpeó desde entonces, ya que a pesar de ser una buena estudiante, por cuestiones económicas y la situación de su familia no pudo seguir estudiando y tuvo que empezar a trabajar.

-“Lo que más recuerdo de mi infancia”, me dice, “es la seguridad con la que jugábamos con nuestros vecinos en la calle hasta altas horas de la noche y no pasaba nada. Las veces que mi madre nos llevaba en aquel entonces al río Arizona.” En la actualidad el río Arizona se ha convertido en un riachuelo del cual, como dice Lucy  “solo los buenos recuerdos quedan de lo caudaloso que era.”

Lucy se casó a temprana edad, a los 14. A los 15 tuvo a su primera hija que ahora tiene 23 años. A esa edad también le tocó posponer sus sueños de estudio,  esta vez ya no por la precariedad económica de su familia, sino por su hija, su trabajo, su esposo, su casa.

Pero la vida es sabia y nos cruza siempre en el camino con otros seres, con otras mujeres que nos sostienen pero que también nos empujan a comernos el mundo que también es para nosotras. En 2008 Lucy inició a trabajar con Doña Elena Gaitán, compartió con ella hasta el 2018.

Doña Elena obtuvo su título de Bachiller a los 45 años, por eso fue clave para que Lucy despertara en sí misma sus sueños, aspiraciones y metas que parecían dormidas entre la normalidad de maternar y trabajar para la sobrevivencia. Le insistía en que no hay edad para superarse.

Fue así que en el año 2014, Lucy tomó la decisión de seguir estudiando, se matriculó en el Instituto de Educación por Radio IER. En 2017, producto de su esfuerzo y dedicación, en medio del cuidado de sus 4 hijos, dos mujeres y dos varones, de su trabajo y el trabajo de la vida en pareja, culminó su ciclo común.

En 2015 Lucy ya había escalado un peldaño más, se había demostrado a sí misma que su fuerza, entrega y dedicación tenía recompensas y que sus sueños estaban tan cerca como ella lo deseara. Pero ese año llegó no solo con un título, sino también con la inquietud y la necesidad de pensarse de manera más activa su entorno, su municipio, el departamento y el país. En esto también fue clave doña Elena. Ambas fueron coincidiendo en el reconocimiento de la necesidad de organizarse, de plantearse la lucha por la dignidad.

Esa misma Lucy que le plantó cara al sistema patriarcal que nos quiere de madres jóvenes, en las casas y en lo privado, no solo se atrevió a hacer realidad su derecho a ser mujer profesional, sino también a ser mujer que decide sobre lo público. Empezó siendo miembra del patronato de su barrio, luego del patronato central de su zona y así sucesivamente. Conoció del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia por Wilmer Ramos, un joven militante activo del MADJ en el sector, a quien Lucy recuerda con cariño. 

Todo eso fueron los inicios de un camino para Lucy que se sigue confeccionando con su día a día. Una Lucy con claridad política, afianzada en un proyecto político por la dignidad y la justicia para su departamento y para Honduras.

Actualmente sigue siendo miembra del patronato, miembra de la Junta de Agua y como ella misma lo manifiesta: “orgullosamente militante del MADJ.”

Ha desempeñado y sigue desempeñando un papel muy importante en la organización y en la formación dentro del MADJ. Es uno de los pilares fundamentales de la lucha que se sostiene desde el Campamento Digno en Defensa del Río Jilamito, plantándole cara y ejerciendo soberanía frente a una empresa extractiva depredadora que pretende aprovecharse de su río, la única fuente de agua que les queda para su consumo a 26 comunidades.

Trabaja en la Oficina Municipal de la Mujer de Arizona. Con compromiso militante en vela por sus derechos y por los de las demás mujeres de su zona, por la igualdad de género e interviene también en el área de Niñez, Juventud y Adulto Mayor.

Lucy la tiene clara desde su propia experiencia, ella afirma que se trata de “luchar contra el capitalismo y el patriarcado al mismo tiempo. Luchar contra las múltiples opresiones que nos afectan a nosotras, las mujeres”.

Reflexionando en los retos que le ha tocado enfrentar, Lucy enfatiza en que el mayor de todos es ser mujer y vivir en un país como el nuestro. Ser ama de casa, luchadora social, estudiante, trabajadora, madre, esposa. Todo al mismo tiempo. Ese es un verdadero reto.

Ella sabe que sus sueños de seguirse educando ha sido un reto que le ha tocado afrontar desde sus 33 años, desde el mismo momento en el que decidió empezar de nuevo. Pero Lucy es optimista y afirma que “con la ayuda de Dios seguiré adelante, pues sabemos que leyendo y estudiando hacemos la diferencia.”

Sus aspiraciones, cuenta, es demostrarle a sus hijos e hijas con hechos que no se dejen vencer por los tropiezos, por los obstáculos que cruzamos en la vida. Que siempre hay un camino que seguir, siempre hay una meta que alcanzar.

Lucy sueña, sueña y trabaja día a día por hacer de esos sueños realidad, por eso, para alcanzar su aspiración más próxima que continuar estudiando en la universidad y cursar  una licenciatura, ya es aspirante a hacer el examen de admisión universitario. En unos años, veremos a una Lucy convertida en Técnica en Desarrollo Local para poder “trabajar por  las mujeres y los jóvenes de nuestro municipio de Arizona”, como ella misma afirma.

Lucy y sus logros son una luz que iluminan estos días oscuros para el país y para el mundo. Son esperanza en medio de un mundo y una sociedad altamente machista y empecinada con nosotras, con nuestras vidas y nuestros cuerpos, con nuestra capacidad de decidir y de hacer nuestros propios caminos. Ella y su esfuerzo, su poder plantar cara a los obstáculos nos recuerdan la fuerza que solo nosotras sabemos guardar y mostrar.

Y no se trata de romantizar el sacrificio, de esconder la responsabilidad de los valores patriarcales que dirigen nuestras sociedades, de esconder el dolor y las marcas que nos deja el luchar día a día porque nuestra existencia se note e importe. Se trata de decir en voz alta, al patriarcado, a la sociedad misma que aún medio de esas cenizas nosotras resurgimos, que no hay fuerza mayor que la nuestra, que la voluntad de abrir caminos y de sobre ponernos a los destinos que nosotras no elegimos. Que aún con todo lo que no está bien nosotras seguimos andando, convencidas de que queremos y vamos a cambiarlo todo.

Que como bien ha escrito nuestra poeta Clementina Suárez “No he venido al mundo para llora (…) no importa que pretendan negar la luz de mi destino… Más lo que así pretendan que por mí no teman que haría falta para ello desconocer que yo aprendí a cantar con las palabras justas. Ignoran acaso que en el recinto de mi pecho he dejado entrar el universo y que tengo como cumplido deber gozoso amar la justicia, la lucha, la esperanza y afianzare a ellas con mi corazón, mi canto y la vida misma.”

Berta Cáceres

A 4 años de su siembra: Berta sigue siendo infinita

Por: Heidy Alachán

De entre los 8.6 millones de voces que habitan este paisito corazón de Centroamérica llamado Honduras, hace 45 años, surgió la voz de una guerrera, de una mujer fuerte que supo encarnar todas las alegres, justas y necesarias rebeldías, que no logró quedar en ningún molde y justamente por eso que los rompió todos y creó uno propio, ajustado a sus principios firmes e inquebrantables, como su voz al denunciar las injusticias y defender con bravura los bienes sagrados de su pueblo. Esa mujer alojada en miles y miles de corazones es: Berta Isabel Cáceres Flores.

Nació el 4 de marzo de 1973 en la Esperanza, Intibucá. Indígena lenca, de madre partera y enfermera quien se convirtió en la primera mujer alcaldesa en Honduras, Berta Cáceres supo encarnar y ensanchar a límites inimaginables ese legado materno de poder y fuerza desde la condición de mujer. En 1993 cofundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y lideró desde ese momento luchas constantes en defensa de los bienes naturales del pueblo lenca. Amenazada, perseguida y también encarcelada por su lucha, Berta asumió todos los riesgos por amor y supo ser siempre una mujer valiente que decía su palabra firme y sin miedo.

Conversaba con el río Gualcarque, y reconocía en él las voces de todas sus ancestras. Comprendió como pocos el palpitar de la pachamama y supo sentir en su sangre todas las formas de vida latiendo. Abrigó en su pecho un amor que trasciende la idea del amor mismo, y aprendió a encontrarlo en los rostros de sus hermanos y hermanas luchadoras, supo, en la lucha, codo a codo ser mucho más que dos.

Berta no cabe en ningún molde. Los rompió todos. No cupo en el molde patriarcal. No cupo en el molde de mujer tradicional, lo mandó al carajo. No cupo en el molde de una organización popular, en el molde de un partido político. Dijo las cosas sin tapujos enfrente de quien fuera. Berta era mucho más que una ambientalista. Berta encarnaba principios anticapitalistas, antirracistas, anti patriarcales, antimilitaristas y antiimperialistas. Berta era antisistema.

El 2 de marzo de 2016 creyeron poner fin a su fuerza, pero quienes le hicieron eso nunca se imaginaron que sería el inicio del nacimiento de miles y miles de Berta´s pujando desde lo más hondo de la indignación y el coraje. Entendiendo lo escrito por Ana Frank en su diario sobre la maravilla de que cada uno en el momento siguiente puede empezar a mejorar el mundo.

El 2 de marzo el legado de Berta Cáceres conmocionó al mundo, porque no supieron entender que sus raíces traspasaban cualquier frontera, que su lucha la hizo la hermana de todas las lenguas e idiomas, que su fuerza calaba en lo más hondo de quienes conocían incluso únicamente su nombre. Berta volvió a la tierra, al corazón de la pachamama, a las fuentes de agua que siempre fluyeron en su sonrisa fresca y serena, en su gesto amable y su espíritu lleno de la sencillez que solo otorga la sabiduría.

Y así, en medio de miles y miles de hermanos y hermanas, la semilla de Berta germinó aún antes de ser sembrada. Hoy su espíritu libre y rebelde retoza en la cascada, se abraza a cada árbol, a cada gota de ese río y sopla suavemente los rostros de sus hijos e hijas, hermanos y hermanas; de sangre y de la vida.

Su semilla germina, porque trascendió los límites de lo humano. Quienes intentaron callarla nunca imaginaron que multiplicarían su voz y su grito por el mundo entero. Quienes intentaron callarla nunca imaginaron que la ubicarían donde ahora está, en lo infinito, en lo eterno, en lo que empuja sus justas y necesarias rebeldías, en la memoria colectiva de los pueblos, ahí justamente de donde nunca podrán borrarla.

Opinión| De República Bananera a Narcoestado

Por Diego Aguilar:

  1. Una de las acciones prioritarias de la reforma liberal de 1876 fue la inversión de capital extranjero, al igual que la dictadura de Carías, los gobiernos militares, la modernización agraria y el reajuste estructural neoliberal de 1982 hasta el golpe de Estado en 2009 y los gobiernos golpistas posteriores, todos se han caracterizados bajo criterios nacionalistas y fundamentalistas religiosos como única salida a la crisis política y socio económica (migración, combate al narcotráfico y crimen organizado, reducción de la pobreza, entre otros), sin resultados hasta la fecha y con una profundización paulatina.

Si bien es cierto que las y los hondureños comparten una diversidad cultural, también es compartida la desintegración territorial, la supresión de libertad de ejercicio de derechos, la ausencia de un mercado interno consolidado y planificado, así como clases sin sentido plural, intercultural, democrático y popular.

Desde 1824 hasta 1876 se desarrollan en el país alrededor de 150 rebeliones armadas y hasta 1933 gobernaron más de 100 administraciones, después de los gobierno de Marco Aurelio Soto y Luis Bográn entre 1877 y 1886, la facción liberal se dividirá en ortodoxos y disidentes siendo una pugna entre la nueva pequeña burguesía y los herederos coloniales. En este sentido, ¿Quiénes son los herederos de los gobiernos militares entre 1963 y 1980, del reajuste neoliberal de 1990 – 2009 y del Narco Estado 2010 – actualidad?

La narcodictadura militar y del capitalismo, al igual que los gobiernos producto de la ruptura del orden constitucional predecesores,  son una necesidad histórica de las clases dominantes, y en el actual periodo histórico, de las vinculadas al crimen organizado y lavado de activo, para pagar los créditos otorgados producto del colapso económico de la crisis financiera de la bolsa de EEUU en 2008, el saqueo al Estado luego del golpe en 2009 y el detente del avance del MERCOSUR, ALBAPETROLEO y del Socialismo del Siglo XXI mediante gobiernos progresistas en Suramérica.

Carías y Hernández ¿Continuismo al servicio de quién?

En 1932 se celebraron elecciones presidenciales en Honduras, Tiburcio Carías en su tercer intento llegara a la presidencia, siendo este el actor escogido desde inicios de su carrera política por la United Fruit Company donde Hillyer V. Rolston era su vicepresidente.[1]  

En su mandato, más de 900 millas de ferrocarril se construyeron en el Cariato, pero ninguna para función del Estado y de la sociedad, al contrario, se encontraban en manos de los gigantes transnacionales; Standart Fruit Co., United Fruit Co., y Cuyamel Fruit Co y de la Embajada de Estados Unidos[2]. Este hecho histórico se repite y recrudece desde el golpe de Estado en 2009 y en la narcodictadura de Hernández, con concesiones para la producción de energía, de extracción de minerales, de monocultivo de palma africana, complejos turísticos, instalación de Zonas Especiales de Desarrollo o Ciudades Modelo, corredores carreteros, peajes, puertos y aeropuertos, armamento de guerra y tasas de seguridad, todo al servicio del narcotráfico, lavado de activos, bancos financieros, cárceles de máxima seguridad, medios de comunicación e iglesias.

El principio básico de Carias en 1933 en su primera administración al igual que en el periodo post golpe de estado en 2009, era la necesidad de atraer capital extranjero. Posterior a la comisión de la verdad en 2010, para 2011 se lleva a cabo en la ciudad de San Pedro Sula, el Honduras Open for Bussisnes bajo la cancillería de Mario Canahuati Larach, participe del golpe de Estado y empresario de maquilas.

Para el 28 de febrero de 1942 Carías autoriza junto al Congreso Nacional que las empresas desmantelaran toda su infraestructura con el decreto 61[3], el gobierno de Carías profundizo el empobrecimiento y marginación de las/os trabajadoras/es, las/os campesinas/os, indígenas y afrohondureñas/os, principalmente en aquellos departamentos donde se concentraban las empresas bananeras, siendo este hecho, además de vergonzoso, un escalón más a la impunidad de las empresas transnacionales. La administración Hernández por su cuenta y bajo la militarización de las instituciones y la sociedad, ha incrementado los impuestos para la clase trabajadora, campesina e indígena, beneficiando a los grandes consorcios públicos privados entre la banca nacional e internacional y El Estado a través del lavado de activos, despojando de toda responsabilidad a los autores intelectuales y materiales del Golpe de Estado, el desfalco al IHSS, SAG, BANADESA, concentrando el poder económico y político en el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad.

Es con Carías que nace la frase “encierro, destierro o entierro” en su período dictatorial de 1933 a 1949, esta premisa que tomara fuerza durante el periodo Cariísta para que en sus primeros 3 años de administración “acuda al llamado de los representantes del pueblo” en el Congreso Nacional, aprobando la convocatoria a una asamblea nacional constituyente aprobada por 52 votos a favor y 2 dos en contra, haciendo el llamado a la misma el 7 de enero de 1936 bajo decreto no. 26.

¿Acaso este hecho histórico no se remonta a nuestros días? la migración, los procesos judiciales y las masacres y/o asesinatos selectivos a trabajadoras/es, campesinas/os, indígenas, afrohondureñas/os, mujeres, estudiantes y luchadoras/es sociales son las políticas de terror de Estado adoptadas por la administración de Hernández Alvarado.

Otro de los componentes de la narco dictadura es la imposición y la fuerza. Los elementos legales, legislativos y constitucionales no son más que un montaje ante la ausencia de democracia y poder para la sociedad hondureña,  con vallas militares en el Congreso Nacional, Poder Judicial y Casa Presidencial, así como en la institucionalidad pública (escuelas, hospitales, ministerios, entre otros), fortaleciendo la impunidad, la narco actividad y el lavado de activos.  

Carias bajo la política de estado de la Reconstrucción Nacional, al igual que en 1936, en 1939 surge nuevamente “la necesidad popular” del capital transnacional de hacer el llamado a través de las comandancias de armas, comités de defensa civil y militantes del partido nacional para el periodo continuista reformando el artículo 202 de la constitución de 1936, y prolongar el mandato del dictador hasta el 1 de enero de 1949. Hernández, que implementa el programa Vida Mejor en 2013 hasta la fecha, reformo el artículo 239 de la constitución de 1982, de la mano del fiscal general Oscar Chinchilla, el presidente de la Corte Rolando Argueta entre otros actores intelectuales del narcoestado, en un proceso inusualmente acelerado fallando a favor el 24 de abril de 2015 a través de la Sala de lo Constitucional, dando luz verdad al proceso de reelección presidencial.

Hernández y la narco dictadura, han reducido que ante la crisis capitalista global en 2008 y post golpe de Estado 2009 – actualidad, son responsabilidad de las administraciones anteriores, sobre todo de la administración Zelaya Rosales, separando las deudas históricas de impunidad, terror de estado y corrupción, producto del bipartidismo, el capital transnacional, las intervenciones militares y económicas de EEUU.

  • Aproximaciones.

Hoy quienes sostienen a las dictaduras pretenden, una vez más, procurar sostener el establishment del lavado de activos, haciendo llamados prematuros a contiendas electorales internas y acelerando el proceso de impunidad con la no renovación de la MACCIH-UFECIC, creando unidades de investigación fiscalizadas por el Ministerio Público a través de la UFERCO y con manifestaciones propias del narcotráfico.

Ejemplo de ello, el 13 de febrero del 2020 en la ciudad de El Progreso, donde dos unidades de las fuerzas armadas, la policía militar y la fuerza nacional anti maras y pandillas; ambas financiadas por la tasa de seguridad, se enfrentaron con armas de grueso calibre en el palacio de justicia, asesinando a 5 miembros de las fuerzas armadas debido a una operación militar para el rescate de Alexander Mendoza alias “El Porky”, quedando en evidencia la disputa entre carteles y la eliminación sistemática de sus actores, como fue el asesinado de Magdaleno Meza el 26 de octubre del 2019 en la cárcel de máxima seguridad de El Pozo, luego de declarar culpable a Juan Antonio Hernández, hermano del presidente, en la corte del distrito sur de Nueva York.

Luego de 11 años de dictadura, dos fraudes electorales 2013 y 2017 y miles de desplazados, encarcelados y asesinado; la esperanza de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular, del Frente Nacional de Resistencia Popular, de la conformación del Partido Libertad y Refundación y del Espacio Refundacional, es de carácter obligatorio para aquellos que aún sienten vergüenza por que las y los hondureños padecen hambre, salud, seguridad, vivienda, dignidad y justicia.

El unificar criterios en un programa político amplio, coherente, plural y principalmente que trastoque las estructuras criminales del poder, sin medias tintas y afrontando la historia como los pueblos de Honduras lo han hecho hasta ahora, con resistencia, dignidad, poder y soberanía popular.  


[1] Diego Aguilar es historiador, encargado político de las Áreas de Formación y Educación del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia.

[1] Zuniga Huete, Angel. Un cacicazgo centroamericano. México 1938. Pp 73.

[2] Sagastume Fajardo, Alejandro Salomón. Tiburcio Carias Andino, enclave y dictadura 1933-1949. Tegucigalpa, 1985. Pp. 27

[3] Este incluía “remover, levantar desmantelar, disponer y sacar libremente como ella quisiera, los rieles de las vías principales, ramales, subramales, espuelas, espolones y desvíos, así como todo material rodante y todos los puentes de hierro , a vender instalaciones a otras empresas, y que finalmente el gobierno decretara que la compañía quedaba eximida, relevada y descargada por siempre de cualesquier reclamo, demanda, acciones o derechos que el gobierno tuviera contra ella, y declarara además que la compañía había dado hasta la fecha, debido cumplimiento a todas las obligaciones emanadas de las contrata, Ibidem.

Bibliografía consultada

Díaz Arrivillaga, Efraín.  Robleda Castro, Roberto. Salomón, Leticia. Honduras, Hacia una Política Económica Alternativa. CEDOH, Tegucigalpa 1995.

Sagastume Fajardo, Alejandro Salomón. Tiburcio Carias Andino, Enclave y Dictadura 1933-1949. Tegucigalpa 1985.

Zuniga Huete, Angel. Un Cacicazgo Centroamericano. México 1938.

Brignoli Pérez, Héctor. Historia General de Centro América. De la posguerra a la crisis. Tomo V. Madrid, 1993.