Otra victoria popular en la causa Berta Cáceres, Banco holandés retira financiamiento a Banco Ficohsa en Honduras.

En el juicio contra Roberto David Castillo por el crimen contra nuestra compañera Berta Cáceres ha abierto el panorama que confirma que las luchas de las comunidades son legitimas y que los pueblos en Honduras también saben hacer justicia sin la violencia que caracteriza al modelo extractivo.

Entre los logros de lucha que ha implicado el no desmayar en la búsqueda de justicia para Berta destacan: La persistencia de la lucha de las comunidades de Río Blanco, lugar a donde intentó imponerse violentamente el Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca y que finalmente sucumbió ante la resistencia del pueblo Lenca.

El otro fruto de esta lucha que aún no termina, es el poder descubrir la colusión entre empresarios, funcionarios y las fuerzas de seguridad del país, es la vinculación de la corrupción en el sistema hondureño y entonces “se ha puesto al sistema de justicia a debatir sobre sus propias corrupciones, sus propios delitos” dijo nuestro compañero Víctor Fernández, director del equipo legal de la causa Berta Cáceres.

Y el otro triunfo en la causa Berta Cáceres hasta este momento, es el que hoy se ha hecho público y oficial, el FMO retira financiamiento a banco FICOHSA.

Así lo ha comunicado el Copinh.

FICOHSA es responsable de hechos de violencia que llevaron al crimen contra Berta Cáceres. El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH se pronuncia acerca de la noticia del NO otorgamiento de un nuevo préstamo del banco holandés FMO al banco FICOHSA de Honduras por las reclamaciones acerca de su involucramiento en actos de corrupción, así como graves violaciones de Derechos Humanos.

1. Saludamos la decisión del banco FMO de no otorgar el préstamo de 60 millones de dólares al banco FICOHSA Honduras del señor Camilo Átala. El camino correcto es el de escuchar las voces de las comunidades y organizaciones que hemos sufrido del coloniaje, el empobrecimiento, la corrupción y la desigualdad en Honduras a manos de las élites económicas.

2. Comunicamos que los chats e intervenciones de las comunicaciones evacuadas en el juicio contra David Castillo por el asesinato de Berta Cáceres, comprueban la existencia de financiamiento e involucramiento del Banco FICOHSA al proyecto Agua Zarca y su responsabilidad con los hechos de violencia que llevaron al asesinato de Berta Cáceres. A pesar de su reiterada negación por parte de FICOHSA.

3. Exigimos el esclarecimiento de las responsabilidades de los bancos FICOHSA, Banco Centroamericano de Integración Económica BCIE y banco FMO en los hechos de violencia sufridos por la comunidad indígena Lenca de Río Blanco y el asesinato de Berta Cáceres.

4. Exigimos a los bancos inversores en estos proyectos a que presten atención al llamamiento de comunidades afectadas y detengan inmediatamente las inversiones que afectan los derechos al agua y al territorio, antes de que más personas sean asesinadas, criminalizadas y desplazadas por reivindicar sus legítimos derechos.

5. Reconocemos el trabajo de comunidades afectadas y organizaciones para detener la inversión de los bancos de desarrollo en otros proyectos ilegales e ilegítimos en el país, como el proyecto Jilamito en Atlántida.

6. Exhortamos a la sociedad nacional e internacional a combatir el funcionamiento del sistema financiero internacional responsable del empobrecimiento, corrupción y violación de los derechos de las comunidades y pueblo hondureño.

Dado a los 21 días del mes de mayo de 2021 en la ciudad de Tegucigalpa.

Berta Cáceres

A 4 años de su siembra: Berta sigue siendo infinita

Por: Heidy Alachán

De entre los 8.6 millones de voces que habitan este paisito corazón de Centroamérica llamado Honduras, hace 45 años, surgió la voz de una guerrera, de una mujer fuerte que supo encarnar todas las alegres, justas y necesarias rebeldías, que no logró quedar en ningún molde y justamente por eso que los rompió todos y creó uno propio, ajustado a sus principios firmes e inquebrantables, como su voz al denunciar las injusticias y defender con bravura los bienes sagrados de su pueblo. Esa mujer alojada en miles y miles de corazones es: Berta Isabel Cáceres Flores.

Nació el 4 de marzo de 1973 en la Esperanza, Intibucá. Indígena lenca, de madre partera y enfermera quien se convirtió en la primera mujer alcaldesa en Honduras, Berta Cáceres supo encarnar y ensanchar a límites inimaginables ese legado materno de poder y fuerza desde la condición de mujer. En 1993 cofundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y lideró desde ese momento luchas constantes en defensa de los bienes naturales del pueblo lenca. Amenazada, perseguida y también encarcelada por su lucha, Berta asumió todos los riesgos por amor y supo ser siempre una mujer valiente que decía su palabra firme y sin miedo.

Conversaba con el río Gualcarque, y reconocía en él las voces de todas sus ancestras. Comprendió como pocos el palpitar de la pachamama y supo sentir en su sangre todas las formas de vida latiendo. Abrigó en su pecho un amor que trasciende la idea del amor mismo, y aprendió a encontrarlo en los rostros de sus hermanos y hermanas luchadoras, supo, en la lucha, codo a codo ser mucho más que dos.

Berta no cabe en ningún molde. Los rompió todos. No cupo en el molde patriarcal. No cupo en el molde de mujer tradicional, lo mandó al carajo. No cupo en el molde de una organización popular, en el molde de un partido político. Dijo las cosas sin tapujos enfrente de quien fuera. Berta era mucho más que una ambientalista. Berta encarnaba principios anticapitalistas, antirracistas, anti patriarcales, antimilitaristas y antiimperialistas. Berta era antisistema.

El 2 de marzo de 2016 creyeron poner fin a su fuerza, pero quienes le hicieron eso nunca se imaginaron que sería el inicio del nacimiento de miles y miles de Berta´s pujando desde lo más hondo de la indignación y el coraje. Entendiendo lo escrito por Ana Frank en su diario sobre la maravilla de que cada uno en el momento siguiente puede empezar a mejorar el mundo.

El 2 de marzo el legado de Berta Cáceres conmocionó al mundo, porque no supieron entender que sus raíces traspasaban cualquier frontera, que su lucha la hizo la hermana de todas las lenguas e idiomas, que su fuerza calaba en lo más hondo de quienes conocían incluso únicamente su nombre. Berta volvió a la tierra, al corazón de la pachamama, a las fuentes de agua que siempre fluyeron en su sonrisa fresca y serena, en su gesto amable y su espíritu lleno de la sencillez que solo otorga la sabiduría.

Y así, en medio de miles y miles de hermanos y hermanas, la semilla de Berta germinó aún antes de ser sembrada. Hoy su espíritu libre y rebelde retoza en la cascada, se abraza a cada árbol, a cada gota de ese río y sopla suavemente los rostros de sus hijos e hijas, hermanos y hermanas; de sangre y de la vida.

Su semilla germina, porque trascendió los límites de lo humano. Quienes intentaron callarla nunca imaginaron que multiplicarían su voz y su grito por el mundo entero. Quienes intentaron callarla nunca imaginaron que la ubicarían donde ahora está, en lo infinito, en lo eterno, en lo que empuja sus justas y necesarias rebeldías, en la memoria colectiva de los pueblos, ahí justamente de donde nunca podrán borrarla.