¿Retorno a la normalidad o el inicio de la refundación?

¿RETORNO A LA NORMALIDAD O EL INICIO DE LA REFUNDACIÓN?

Las fuerzas hegemónicas de la sociedad y gobierno en todos sus niveles coinciden en el esfuerzo y añoran un retorno inmediato a la normalidad. Se adaptan, mutan y afianzan para conservar su hegemonía a pesar que el CORONAVIRUS nos recordó que refundar la sociedad y la vida no es una apuesta de gente ilusa o poco ilustrada en política.

La domesticación de la humanidad está  normalizada en extremo, lo refleja la poca reflexión seria, colectiva y sostenida para hacer de la crisis actual un momento de ruptura real y contundente con las estructuras que han ejercido tan perversamente el poder y han llenado de orfandad el país y el mundo.

Desde siempre, frente a cada crisis o emergencia, el régimen hondureño a través de sus máximas dirigencias incluyendo al grupo económico y religioso que le respalda, como toda mafia, con la fuerza militar y policial exhibe su poderío y desde las corporaciones mediáticas infunde terror y presenta como virtuosos sus crímenes y su negligencia. Al régimen lo acompaña su estructura de segundo nivel que opera en los distintos departamentos y municipios, exhibiendo privilegios y poder, repartiendo la bolsa de la miseria a la gente que ellos han empobrecido.

Finalmente, JOH conserva su hegemonía a través de los miles de empleados públicos de los tres poderes del Estado quienes acríticos-cómodos o fieles, atienden y ayudan a diluir el reclamo, la indignación y la muerte lenta de miles de personas por múltiples razones y en este contexto también por CORONAVIRUS.

El sector partidario no cachureco, tras la crisis del covid19 entró en desigual competencia en la entrega de las “bolsas de la miseria”, en inocultable afán proselitista; porque todo el sector partidario entiende que para hacer política y captar respaldo popular en esta sociedad de la  no tan “moderna servidumbre”, es inevitable el tráfico con la dignidad de la gente.  El sector partidario, incluso el más comprometido con el “cambio”, también le apuesta a conservar su hegemonía desde la llanura, esperando captar respaldo popular y en su momento, si llegan a asumir el control del gobierno intentar cambios, pero sin certezas de plantearse el cambio radical que el país necesita iniciar.

Los sectores sociales, más allá de las ya conocidas e innombrables organizaciones corruptas y de reconocida afinidad con el régimen de turno,  tienen un conglomerado interesante de organizaciones de distinto perfil, con liderazgos y planteamientos esperanzadores y dignos. Sin embargo, este último sector, hace varias décadas acumula recurrentes, cómodas y notoriamente ineficaces prácticas de organización y lucha social.

En este contexto, no es ofensiva la hipótesis que considera que el movimiento social, también está sometido a la hegemonía de una corriente de organizaciones con extraordinarios planteamientos, pero sin la fuerza y sin la determinación de correr mayores riesgos para pensar en serio la refundación de la sociedad y el Estado hondureño.  Los sectores sociales hegemónicos, aunque nunca dejan de convocar, también mutan para conservar el mismo estado y forma de luchar y con ello contribuyen a una normalidad que solo favorecen a las más perversas e históricas élites de poder del país.

Este enfoque crítico hacía todos los actores políticos y sociales sobre la trágica situación humana en que viven  millones de hondureñas/os, no pretende quitar ni equiparar la infinita y superior responsabilidad que tiene la actual narcodictadura y sus antecesores. Pretende ser un llamado a los actores que somos conscientes de esta realidad pero nos resistimos a la idea del cambio radical que el país y el mundo necesita, simplemente porque también estamos conservando miserables privilegios personales y de nuestras organizaciones.

En el MADJ, desde siempre y ahora en tiempos de terror impuesto por el régimen y el covid19, nos sentimos directa e inocultablemente confrontadas. A 32 años de la histórica quema de la embajada gringa en Tegucigalpa y a 12 años del inicio de la huelga de hambre contra la corrupción y por la dignidad en los bajos del Congreso Nacional, evento que dio vida a nuestra organización; renovamos nuestra más honda reflexión en la más genuina perspectiva de contribuir al inicio de un proceso que nos refunde a nosotras,  a las personas, la sociedad y el Estado hondureño.

Renovamos nuestro fraterno y franco llamado a la articulación y a la unidad no para la sobrevivencia, ni para la contemplación o falsos halagos, entendiendo que el escenario actual y el que nos herede este nos obliga a replantearnos con alta creatividad nuestro repertorio de acciones para la dignificación. Convocamos siempre al encuentro para la más honesta y radical reflexión que nos permita pasar a la propuesta real, organizada y concertada entre todos los actores comprometidos con el proceso de transformación y construcción de un mundo más justo para todas.

7 de abril de 2020

¡Desde la dignidad Siempre!

Editorial: MACCIH, una pieza menos en el ajedrez de la narcodictadura

El tiro de gracia dado a la MACCIH el pasado viernes 17 de enero confirmó el mensaje instaurado por sus ideólogos desde su fundación; “que los pueblos no mandan y que siempre se imponen los gobiernos, en el caso hondureño un gobierno notoriamente corrupto y vinculado al narcotráfico y al crimen organizado”[1].

LA MACCIH generó desconfianzas con su llegada ya que suplantó la demanda popular de una instancia similar a la CICIG en Guatemala y a que su dependencia de la cuestionada OEA, tolerante y cómplice de golpes de Estado, fraudes electorales y violaciones masivas de derechos humanos en Honduras, era un indicador claro de los alcances reales que esa concesión podía tener.

Sin embargo, la aparición y puesta en marcha de la UFECIC y las instancias del circuito anti corrupción constituyeron una pequeña esperanza para la población hondureña en que la lucha contra la desbordada corrupción e impunidad podría avanzar. Y así sucedió. La gestión de la UFECIC a cargo del fiscal ex huelguista Luis Javier Santos demostró que es posible señalar nombres y apellidos, que es posible retratar cómo funcionan las redes y estructuras criminales que operan desde el Estado mismo y sus instituciones y sobre todo que, estas redes existen con la complacencia y participación directa del ejecutivo.

Así, prontamente la inofensiva Misión aceptada por las cúpulas empezó a convertirse en una amenaza real para su acostumbrada y garantizada impunidad por lo que iniciaron los ataques. La no renovación de su mandato en el país es la culminación de una serie de ataques estratégicos y consecutivos cuya finalidad mucho más allá de conseguir la salida de la misión, es asegurar la destrucción total de los avances y pasos dados en la lucha contra la corrupción.

Previo a ello, no fue casual el traspaso de funciones del Ministerio Público al Tribunal Superior de Cuentas, el invento de una autoevaluación, La Ley de Inmunidad, la Ley de Fondo Departamental, el informe del Congreso y el informe de la PGR. Posteriormente, el invento de una Comisión de Negociación y el fracaso de esa negociación, que culminó con el cierre de la MACCIH. Se trató de un plan que de la mano con acabar con la misión y su salida, aseguró minuciosamente las condiciones para que en Honduras la corrupción continúe como dinámica de los grupos de poder y esta vez con libertades más absolutas.

Este comportamiento no es exclusivo del escenario hondureño, es similar a lo ocurrido en Guatemala, se trata de las derechas conservadoras y fundamentalistas defendiendo de manera contundente su control hegemónico de los Estados en la región latinoamericana. Una derecha que es justamente eso, corrupta, criminal, vinculada al crimen organizado y al narcotráfico y que funciona desde el Estado mismo y sus instituciones como parte de sus estructuras criminales o como bien lo señaló la CICIG en 2015, como redes político-económicas ilícitas (RPEI).

Una derecha que ha confeccionado un discurso bajo la idea de defensa de la soberanía y no injerencia, pero que es servil y sumisa frente a la descarada y determinante injerencia del imperio en toda la región. Una derecha hipócrita y descarada a niveles cada vez más sorprendentes. Es justamente de ese patrón que pueden advertirse ataques futuros y no tan futuros que empleará la narcodictadura para consumar sus objetivos hasta asegurar la revisión y abolición de las actuaciones de la Misión y sus instancias, tal y como sucede con lo actuado por la CICIG en Guatemala.

En el MADJ hemos sido claras desde el inicio con nuestra posición frente a la Misión, la hemos visto siempre como un medio, y no como un fin en la lucha contra la corrupción, tenemos claro que no es el remedio al mal mayor que representa la impunidad y la corrupción institucionalizada en Honduras, pero entendemos claramente también que el mensaje detrás de este ajedrez que ahora  está en juego es el blindaje absoluto del gobierno narco de JOH, las cúpulas políticas, empresariales, religiosas, etc., y las negociaciones con actores como la OEA. En concreto, un pacto entre estructuras criminales nacionales y transnacionales.

Reconocemos el trabajo realizado mediante la gestión de Luis Javier Santos, que marca un parámetro de avance en la lucha contra la corrupción contraria al normalizado comportamiento complaciente y cómplice de los funcionarios públicos en el país. Sabemos que aún continúa siendo una deuda histórica llegar a los criminales mayores, a los autores intelectuales de las múltiples crisis de Honduras, las/los verdaderos impulsores de la corrupción en el país, empezando por el propio Juan Orlando Hernández, las instituciones partidarias, el crimen organizados y la banca como parte de sus más cercanos colaboradores, deben caer.

Por ello desde el MADJ, retomamos nuestra palabra fundadora convocando a nuestro pueblo; el más hermoso, el honesto, el que tiene una sola cara de dignidad, el que se ha levantado a la voz de la justicia y en contra de la corrupción, lo convocamos a proseguir en lucha organizada […] desde las trincheras de la calle, la organización popular y comunitaria, desde las iglesias fieles al evangelio de Jesucristo, desde las instituciones públicas y privadas donde trabajamos, desde las aulas y desde el campo.

Proclamamos nuestro repudio a la clase política  para siempre y hoy más que nunca solo el pueblo salva al pueblo.

20 de enero, 2020

!Hasta la dignidad siempre!


[1] “Carta abierta del MADJ a la MACCIH”, 23 de febrero de 2016. Puede ser consultada en https://movimientos.org/es/content/honduras-carta-abierta-la-maccih%E2%80%8F%E2%80%8F

Editorial: Año nuevo desde el MADJ

Año nuevo desde el MADJ: A los pueblos y comunidades en lucha

Estamos  a las puertas de un nuevo año y desde el movimiento Amplio saludamos de manera muy especial a los pueblos y comunidades que luchan permanentemente y de forma inclaudicable por instaurar la dignidad y la justicia como normas básicas e insustituibles en nuestra sociedad.

En el 2020 arribamos a nuestros 12 años de existencia construyendo poder y autoridad ciudadana ahí donde los pueblos se organizan para gestionar su libertad, justicia y autonomía como ejercicios plenamente soberanos en sus territorios a nivel de caseríos, aldeas, municipios y departamentos.

El mayor aprendizaje que nos queda de la década que nos precede consiste en saber que organizadas como Movimiento Amplio ejercemos nuestra condición de mujeres y hombres con dignidad en la Honduras que amamos y llevamos en nuestros corazones y nuestras manos. Nos satisface lo que vamos haciendo y logrando, y estamos en la disponibilidad de continuar desafiando en unidad y organización los retos que tenemos por delante.

Aquí cabemos todas y todos. De ahí nuestro llamado permanente a toda persona y comunidad que quiera unirse a nuestro gran movimiento político social, con el deseo expreso de hacer prevalecer nuestra condición soberana en un país que por ser rico en bienes naturales y culturales ha sido condenado a la pobreza y la miseria por aquellos pocos que se han apropiado de lo que nos pertenece.

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Cabildo Abierto en Arizona Atlántida, marzo 2019.

La agenda de trabajo del Movimiento Amplio en el 2020 para el rescate de la dignidad y la construcción del desarrollo con justicia social y coherencia ambiental de nuestros pueblos contempla las siguientes determinaciones:

  • No más impunidad de funcionarios apátridas y traidores que desde cualquiera de los poderes de Estado nos despojan, criminalizan y asesinan por defender el presente y futuro de nuestras comunidades.
  • Palabras certeras y acciones enérgicas contra la clase empresarial corrupta que ha convertido las Fuerzas Armadas y Policía Nacional en sus propios escuadrones amaestrados para resguardar a sangre y fuego lo que roban a los pueblos.
  • Murallas humanas de solidaridad contra el colonizador opresor -nacional y transnacional- que pretenda despojarnos de nuestros bienes naturales y culturales.
  • Solidaridad con nuestras hermanas y hermanos que han sido golpeados, criminalizados y asesinados por defender la casa común de las hondureñas y hondureños.
  • Compromiso y acción para luchar en contra del capitalismo al mismo tiempo que del patriarcado, a fin de desmontar en todos los espacios colectivos e individuales las opresiones en contra de las mujeres que luchan con alta entrega desde el MADJ y las mujeres de todo el país.
  • Pasar de la tradicional resistencia a ejercicio de soberanía concreta que dignifiquen la vida de quienes integran el MADJ y las comunidades que asumen la lucha desde nuestro espacio.
  • Nos comprometemos a seguir nuestro proceso de manera autocrítica, abandonando las perezas, adormecimientos, justificaciones y todo  cuanto implique derrotismos, espíritu acomodaticio, alineación con tendencias inaplicables a nuestro contexto, victimizaciones y cualquier comportamiento que conduzca a la negligencia, frustraciones y pérdida de la perspectiva popular de nuestro proceso de lucha.

 Vamos pues, con alegría y entusiasmo, con diálogo inclusivo y firmeza total en nuestras determinaciones, a caminar juntas el 2020 para hacer realidad nuestros mayores propósitos políticos y sociales. Todas y todos somos importantes en esta gran lucha en resistencia social y comunitaria -digna y justa- que debe librarse desde ya, enlazando cada una de nuestras comunidades, municipios, departamentos y regiones hasta convertirse en una Gran Lucha de los Pueblos contra el poder opresor, corrupto y sanguinario y en lo inmediato en contra de la narco dictadura que pretende acabar con nuestra patria.

Pajuiles, Atlántida. 30 de diciembre de 2019

Conducción Política Nacional

MOVIMIENTO AMPLIO POR LA DIGNIDAD Y LA JUSTICIA

Editorial: La corrupción: ¿La lucha del gato y del ratón?

Hoy es el día internacional contra la corrupción y muchas/os nos preguntamos ¿para qué se conmemoran estos días si el mal que se pretende eliminar cada vez toma más auge en nuestras sociedades?

En el escenario reciente Naciones Unidas nos brinda datos que cuestionan las políticas públicas anticorrupción a nivel mundial. “Cada año se paga un billón de dólares en sobornos y se calcula que se roban 2,6 billones de dólares anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5% del producto interior bruto mundial”. El índice de percepción de la corrupción utiliza una escala de 0 a 100, donde 0 es altamente corrupto y 100 es muy limpio, Honduras figura con un porcentaje alarmante de 29. Según datos brindados por la organización no gubernamental Transparencia Internacional.

La corrupción histórica es desbordante, al punto que su normalización producto de la saturación de información, nos causa impotencia, desmovilización pero principalmente; impunidad y privatización del acceso a la justicia. La mayoría de la gente, no se satisface con etapas indagatorias y presunciones. Quiere sentencias, ver detenidos a la/os principales responsables intelectuales y, sobre todo, que se recuperen las sumas millonarias producto de estos hechos corruptos.

La sociedad hondureña ha esperado con paciencia infinita el avance de las investigaciones y juzgamiento de los casos de corrupción de los gobiernos, con mayor fuerza desde la aparición política de la UFECIC. Con un puñado de altos cargos tras las rejas, varios ex funcionarios públicos prófugos y una infinidad de expedientes abiertos y sin avances investigativos, fiscales y jueces se enredan en la maraña del acceso a la justicia estructurada desde la corrupción histórica y el narcoestado.  

Los casos más notorios tienen que ver con el tráfico de droga, lavado de activos y abuso de autoridad desde la banca, las finanzas, las fuerzas armadas y el Estado, y su trama corrupta que contaminó varias de las instituciones públicas. También quedó al descubierto un modus operandi basado en el drenaje de fondos públicos para las campañas políticas mediante la creación de ong´s inexistentes, precarización y privatización de las instituciones públicas, militarización de la sociedad y escandalosos y millonarios saqueos a instituciones como el Seguro Social, entre otras. 

También el concesionamiento, licenciamiento y permisos de operación de las industrias extractivas y el capital transnacional, el cobro desmesurado en intereses por la banca, la violencia sexual y feminicidios, la criminalización y asesinatos selectivos contra luchadoras/es político sociales, el pactismo entre instituciones partidarias, entre muchos flagelos más se sostienen y perpetúan por la impunidad garantizada mediante la corrupción institucionalizada que permite que el engranaje estatal subsista sobre la base de comisión continuada de ilícitos, por los cuales debería deducirseles responsabilidad penal.

Es claro, la corrupción es la base del modelo económico capitalista, fundamentalista y conservador, por ello, las políticas anticorrupción adoptadas por convenios internacionales, son solamente un aliciente ante la profunda crisis política y social vinculada al tráfico de drogas y al narcoestado. Es uno de los pilares que sostiene al Estado y en el caso particular de Honduras, a la estructura criminal en la que han convertido el engranaje estatal dirigido por funcionarios no solo corruptos sino también criminales reconocidos y señalados internacionalmente como profesionales del tráfico de drogas.

Para las condiciones de Honduras, la lucha contra la corrupción pasa obligatoriamente por  desmontar de manera urgente y frontal la estructura del narco partido nacional, sus tentáculos en cada institución del Estado, sus modos criminales de operar, por limpiar el escenario actual de quienes son los provocadores y que sostienen las diversas crisis profundas del país en la que, la ocasionada por la corrupción institucionalizada es solo una de estas. Y para esto, debe asumirse con claridad de más allá del papel de instancias internacionales, lobbies políticos, pactos y negociaciones interpartidarias.    

Hace 11 años el MADJ en su nacimiento como organización política declaró que; […] proclamamos […] la guerra contra los enemigos de la patria, los que la entregaron al capital internacional, los que saquearon la empresa pública, los que destruyeron y siguen destruyendo nuestra riqueza ambiental, las que capturaron todas las empresas del Estado, los que impidieron la vigencia de un verdadero Estado de Derecho en Honduras. Esa es la guerra que debemos ganar […]  Y ante esta declaración, nos suscribimos permanentemente. 

9 de diciembre 2019. 

¡Hasta la Dignidad Siempre!

Editorial: Las Mirabal continúan luchando

EDITORIAL: LAS MIRABAL CONTINÚAN LUCHANDO 

“Nadie en la historia ha conseguido nunca su libertad

apelando al sentido moral de sus opresores”

Assata Shakur, Partido Panteras Negras.

Hace 38 años se conmemora el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, cuyo origen es el asesinato de las opositoras y militantes dominicanas Patria, Minerva y María Teresa, conocidas como las hermanas Mirabal. Se trató de crímenes políticos empujados, por supuesto por el machismo, y su intolerancia a la existencia de mujeres desobedientes, cuya claridad política las posicionó como referentes de la resistencia clandestina a la dictadura de Trujillo.

En Honduras las cifras de violencia contra las mujeres son cada vez más alarmantes, para agosto del 2019 más de 200 mujeres habían sido asesinadas. El incremento de los femicidios, la violencia doméstica, el acoso y otras expresiones reflejan los efectos de la consolidación, cada vez mayor del matrimonio entre capitalismo y patriarcado, en el que las vidas y los cuerpos de las mujeres están al medio como motín de guerra.

Esa relación conveniente entre dos sistemas de opresión, ha ideado diversas estructuras desde donde ejercer violencia y dominación como el crimen organizado, el narcotráfico, narcomenudeo, maras y pandillas, entre otras, Y en el caso específico de Honduras, fundamentalmente sienta sus bases en la narcodictadura que sostiene los valores patriarcales, fundamentalistas, militaristas y neoliberales y que ha profundizado la desigualdad y el empobrecimiento institucionalizado, porque si bien la violencia afecta sin importar la condición de clase, son las mujeres empobrecidas las que sufren las violencias acumuladas, siendo la pobreza la primera de ellas, en pocas palabras; ¿Quién libera a la esclava del esclavo? 

El escenario hondureño nos obliga a volver al origen de la violencia sistemática en contra de las mujeres y de la conmemoración del 25 de noviembre mismo. Esa violencia y sus múltiples expresiones ha dado como resultado el desplazamiento forzado por violencia de género, el cambio demográfico, el desempleo, nulidad de derechos así como un sin fin de muchas otras violaciones a la dignidad humana.

Es necesario hablar también de la violencia política profundizada por la narcodictadura en contra de mujeres que sostienen resistencias, que se traduce no solo en persecución, hostigamiento, femicidios políticos sino también, en el modelo privatizador y en  la consolidación del modelo extractivo, que afianza los cimientos capitalistas y patriarcales a través del capital transnacional.

Como mujeres, organización y pueblo estamos luchando en una resistencia sin mesura en contra de la privatización, precarización y empobrecimiento de la dignidad así como de la oenegización de las acciones políticas. La violencia se resiste desde todos los frentes y ante diversos actores. Entendemos desde el MADJ, que la lucha contra el capitalismo no está desligada de la lucha anti patriarcal, anti racista y anti militarista y más allá de la claridad y lo declarativo, entendemos que es un proceso que debe constituirse en práctica cotidiana y en eso andamos a paso lento y seguro, pero honesto.  

Parte de conmemorar este día, además de volver al origen de las violencias y de la violencia ejercida en contra de las hermanas Mirabal es reivindicar también a las mujeres que han luchado y luchan sin tregua en contra de las estructuras opresoras provocadoras de las violencias. Son muchas, entre ellas, María Enriqueta Matute, lideresa indígena Tolupan asesinada en 2013 por su militancia activa y determinada por la dignificación de su pueblo, y Ángela Murillo; lideresa indígena Tolupan y Albertina López, Coordinadora General del MADJ quienes día a día construyen y sostienen la lucha por la dignidad y la justicia en sus territorios.

La lucha por la erradicación de la violencia en contra de las mujeres pasa obligatoriamente por luchar en contra de la narcodictadura y por el encuentro del movimiento social y popular, desde las coincidencias, pero también desde las diferencias, sin desconfianzas y con la capacidad de hacer señalamientos intencionados en construir. Desde la pluralidad de la naturaleza de los distintos espacios, con la disposición de aprender y entender con honestidad las formas y roles que jugamos y debemos jugar todos y todas para construir nuevas formas de vida para las mujeres en Honduras. En eso nuestro sentido compromiso, en ser y hacer codo a codo con las Mirabal que continúan luchando.

 25 de noviembre de 2019

¡HASTA LA DIGNIDAD SIEMPRE!

Editorial: Bolivia, radiografía de la nueva embestida neoliberal

El asilo político de Evo Morales y García Linera en México, la autoproclamación ilegítima de Jeanine Añez como nueva presidenta, la obstrucción de las funciones parlamentarias, el recrudecimiento de la represión y asesinatos de indígenas en contra del golpe de Estado, el aumento de las expresiones racistas y alzamientos populares en todo el país en el denominado proceso de reversión del golpe, han sido el escenario de Bolivia en la última semana.

Al mismo tiempo de todo lo que ahí ocurre, hay muchas piezas moviéndose en Latinoamérica. Escenarios de luchas en Chile, Ecuador, Haití, frente a la pretensión de aprobar paquetes de reformas neoliberales y de resistencia al intervencionismo imperialista en Venezuela, entre otros evidencian una cosa concreta: el neoliberalismo está en crisis y está desplegando sus estrategias para defenderse.

En la última década han sido diversos los ensayos de ese control y dominio imperial en la región, entre estos, el despliegue de estrategias de golpes de Estado. El golpe cívico-militar en Honduras en 2009, el golpe mediante juicio político en contra de Fernando Lugo y Dilma Rousseff, y en Venezuela y Bolivia la instauración de gobiernos paralelos y el cuestionamiento de los resultados de comicios electorales como excusa para desplegar los tentáculos de la intervención, apoyado en organismos internacionales  de derechos humanos.

Estados Unidos y la banca financiera global busca la instauración de falsas democracias con gobiernos serviles y entreguistas, utilizando y manipulando la idea de democracia y procesos de elecciones como excusa para intervenir, marginar, segregar y minimizar el poder político popular, indígena, campesino, obrero y de la pluralidad. Se trata de la consolidación de un guión de intervencionismo o control imperial que tiene distintos elementos, entre los que pueden precisarse el  fundamentalismo religioso, el racismo y el llamado a una democracia sin contenidos. 

En Honduras, el golpe de Estado de 2009 demostró que hace 10 años el modo de operar del neoliberalismo tiene como características, las transiciones cívicas – militares y la anulación parcial o total de los derechos alcanzados en la segunda mitad del siglo XX. El fundamentalismo y el llamado a una democracia sin contenidos, se evidencia también en el rechazo a la formación y posicionamiento ideológico, en el incentivo a la aprobación colectiva de las agendas de las/os actores “apolíticos” y que enarbolan el sentido “patriótico y nacionalista”, como mecanismo de no trastocar las estructuras impuestas por el imperialismo norteamericano y la constitución del narco estado hondureño, todo esto impulsado desde el bipartidismo, pero también por sectores de la sociedad civil, instituciones partidarias y las agendas de cooperación internacional de centro derecha.

Es por ello que, la claridad sobre esa estrategia debe permitir identificar y depurar en el plano político electoral a los actores/as que representan los intereses imperialistas sustentados en el fundamentalismo, racismo, colonialismo y en una democracia vacía de contenidos que reivindican las nuevas formas de dominación imperial. Los movimientos sociales debemos ser capaces de identificar a todos los actores que desde su aparente desviación ideológica se han vuelto instrumentos útiles a los intereses imperiales y cuidarnos de no serlo nosotras y nuestros espacios.

Frente a esto, desde el MADJ, instamos a una visión latinoamericanista e internacionalista de las luchas como forma de responder a la puesta en marcha de la nueva embestida neoliberal en la región que ataca desde un guión consolidado a los distintos países de nuestra América. 

Convocamos a los sectores organizados, al movimiento social y popular, al movimiento de derechos humanos en el país, a pronunciarnos y accionar coherentemente contra la agenda de intervención económica y militar del imperialismo norteamericano. A nombrar clara y contundentemente lo que sucede en Bolivia como parte de la responsabilidad histórica, de no permitirnos regresar a esos capítulos oscuros de dictaduras y militares en la región, de construir sociedades y Estados que no estén sustentados en el fundamentalismo, conservadurismo, racismo y fobias socioeconómicas. 

Y en el caso concreto de Honduras, llamamos a neutralizar el relevo de la dictadura a través de actores que encarnan principios e intereses imperialistas, racistas, patriarcales y fundamentalistas. Para lo cual es indispensable impulsar una resistencia pensada y sostenida desde el encuentro y la unidad de todos y todas las que reivindicamos el derecho de vivir en paz, para ello nuestro compromiso permanente. 

18 de noviembre de 2019

¡HASTA LA DIGNIDAD SIEMPRE!

Editorial: En defensa de Bolivia, en defensa de nuestra América

EDITORIAL: EN DEFENSA DE BOLIVIA, EN DEFENSA DE NUESTRA AMÉRICA

“Evo, que la sangre negra originaria riegue la victoria. Que ya sabes de sobra que nadie te mata porque ya diste la vida. Que les hablaste por primera vez a los ojos de los pobres, de los campesinos, de los indígenas y que eso es imperdonable para quienes quieren seguir teniendo indiecitos regando el jardín. Que el empoderamiento ya se hizo carne, hueso, humanidad, movimiento, marcha indeclinable, humildad organizada, mujeres fuertes, niños fuertes, hombres fuertes. Que acá no te rendiste un carajo. Porque los ríos cantan, porque la tierra tiembla. Y porque los invisibles dijeron por primera vez en su larga y pobre vida: estamos, somos y tenemos el derecho de vivir en paz.”

Revista Sudestada

“La biblia volverá al palacio de gobierno, nunca más volverá la pachamama”. Fue la premisa con la que el golpista Luis Fernando Camacho se dirigió al pueblo Boliviano cuya población indígena supera el 60%. El fundamentalismo religioso de Camacho y Mesa es profundamente fóbico y de odio ante la administración y el poder indígena.  

Las indígenas han demostrado a lo largo de 13 años de gestión, las capacidades políticas, económicas, filosóficas y sociales ancestrales puestas en práctica desde la administración pública, la soberanía con dignidad y la independencia. Claramente, el golpe de Estado no es solo en contra del Estado, es en contra de la Plurinacionalidad. 

Hoy la Neocolonia capitalista y principalmente racista y aporofobica ataca la dignidad conquistada desde la pluralidad construida en Bolivia y para el mundo, llamando a destruir el Estado Plurinacional y retornar a la República, conservadora y desigual, quemando el WHIPALA como acción política de la oposición, sentando un precedente más en la memoria histórica de despojo y empobrecimiento para los pueblos originarios y afros. 

Se trata de una afrenta para América ante el proceso descolonizador impulsado desde el sur y a la autodeterminación de los pueblos en un momento en que las derechas perdieron control en México y Argentina, y varios otros pueblos del continente resisten y construyen la esperanza para derrotar al nefasto neoliberalismo.

En Honduras conocemos perfectamente el guion empleado en Bolivia, de golpes de Estado orquestados e impulsados por Estados Unidos y su intervencionismo en la región. Conocemos también el papel de la OEA y su efectividad selectiva que le permitió presentar en tan solo 10 días un informe en Bolivia y tardó 4 meses en Honduras a pesar de la gravedad de la crisis que generó el fraude. Esa misma OEA que convocó a tratamiento de emergencia el caso de Venezuela pero ahora observa pacientemente los hechos desatados en Bolivia.

Es claro, los pueblos libres de América Latina siguen en amenaza cada vez más violenta como mecanismo para controlar la avalancha de lucha por la liberación que recorre la región. La derecha tiene claro que los gobiernos populares son conquista de los propios pueblos movilizados en lucha y resistencia que tuvieron una etapa de constitución en el Estado, por ello, las reacciones no solo se dirigen a los gobiernos constituidos sino  fundamentalmente a desarticular los movimientos sociales y esto se debe a que entendió que la política se disputa en las calles. 

Desde el MADJ, deploramos la complicidad de gobiernos y organizaciones que bajo la indigna bandera de la neutralidad han promovido y hoy respaldan el golpismo boliviano. Nos solidarizamos con el pueblo digno que comprende lo oprobioso de este acto, que desde la claridad resisten en defensa de la república plurinacional que han construido. Llamamos a la unidad de los pueblos y gobiernos dignos del continente. 

Ahora más que nunca es urgente la capacidad de vernos desde el proyecto de la América Latina, de hermanarnos con los otros pueblos y de defender la dignidad y la justicia de nuestro continente. Es urgente que los movimientos sociales y políticos del mundo nos declaremos en movilización permanente para exigir la preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del racismo y de los pueblos de nuestra América y en eso nuestro compromiso permanente.

Más allá de errores políticos, hoy hubo un golpe al Estado Plurinacional, que durante siglos la colonia capitalista ha constituidos por la exclusión, desigualdad y discriminación hacia los pueblos indígenas. El golpe es racista y fundamentalista y no hay posturas neutras o medias, “Ahora, como en tantas ocasiones en la historia de América Latina, es cuestión de en qué lugar se posiciona cada quien: con la derecha asesina y su golpismo de muerte y destrucción, o con el pueblo.”

¡Fuera golpistas de Bolivia, de Honduras y de nuestra América!

Honduras. 11 de noviembre de 2019

¡DESDE LA DIGNIDAD SIEMPRE!

Editorial: Las tarántulas nunca se han ido

LAS TARÁNTULAS NUNCA SE HAN IDO

“Las viejas horas vuelven, encienden los caminos de la sangre,

y me enseñan tus huesos inundados de espanto. “

Rebeca Becerra/Las viejas horas

Los asesinatos de cuatro estudiantes, dos militantes activos del Partido Libre y el secuestro y tortura de un dirigente magisterial en una misma semana, evidencian de manera contundente que en Honduras las tarántulas nunca se han ido y continúan atacando.

Cifras del Observatorio de Violencia de la UNAH afirman que al menos 1,522 estudiantes de todos los grados educativos han sido asesinados en Honduras entre enero de 2010 y marzo de 2018. Del total 226 eran universitarios, 121 de la UNAH, quienes han sido clave en la movilización social en el país. Un alto porcentaje de las víctimas han aparecido en sacos o bolsas plásticas, amarrados con sogas o envueltas en sábanas y señales de violencia sexual.  Estos crímenes observan el mismo patrón y el 96 por ciento continúa en impunidad.

Este mismo mecanismo es el utilizado en contra de liderazgos sociales de pueblos y comunidades en el país que defienden sus territorios de la amenaza del extractivismo y que al mismo tiempo rechazan rotundamente a la narcodictadura. Durante el 2019 tres líderes tolupanes y 16 garífunas, 6 de estas mujeres, han sido asesinados en Honduras.

Sumado a esto, los asesinatos realizados en las cárceles de máxima seguridad, La Tolva y El Pozo, demostraron que en el centro penitenciario no existe tal inversión en máxima seguridad y que la integridad de las/os internos está en manos de la criminalidad organizada de la cual forman parte las autoridades penitenciarias.

La filtración de vídeo cumple la conocida función de la actividad de las tarántulas; generar miedo y terror al mejor estilo de las narco producciones y de películas de las épocas oscuras para los países del continente. Es claro, se trata de la puesta en marcha de una maquinaria de la muerte y de terror cuyo objetivo, al igual que en tiempos pasados sigue siendo “limpiar” a la sociedad hondureña de los enemigos internos que pongan en precario los intereses de la narcodictadura descubierta y acorralada.

Su respuesta violenta está siendo proporcional a lo amenazados que se encuentran y a la urgencia de profundizar y justificar la militarización que les asegure brindar continuidad a su narcoactividad y eliminar toda evidencia que les involucre. Pero su estrategia no sirve más con la población hondureña que sabe sobradamente por su memoria histórica que estos crímenes no son aislados, sino que forman parte de la actividad de escuadrones de la muerte que hace años dejaron de ser clandestinos. 

Frente a esto, desde el MADJ llamamos nuevamente a la resistencia organizada como única manera de reducir riesgos latentes. Una organización que nos permita también la auto defensa, solidaridad y el cuidado entre compañeras, compañeros y compañeres. Cuidado y solidaridad de organización a organización que nos permita romper con el acostumbrado sálvese quien pueda y con los reiterados y extemporáneos lamentos, desde el MADJ insistimos que organización es humanidad, prevención y deber de pensar la seguridad desde lo comunitario y apostando la caída de las redes criminales que gobiernan al país y nos asesina, a eso nos comprometemos permanente con quiénes reivindicamos la dignidad y la justicia popular.

4 de noviembre del 2019

¡HASTA LA DIGNIDAD, SIEMPRE!

Editorial: El COHEP en el país de la narcodictura

EL COHEP EN EL PAÍS DE LA NARCODICTADURA

El viernes 18 de octubre el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), presentó al pueblo hondureño su posición oficial ante la crisis en la cual nos ha sumido la narcodictadura. Lo planteado evidencia lo lejos que está el COHEP de asumir con valor y dignidad el verdadero papel que le corresponde en este momento de desenmascarar a aquellos empresarios y empresas que habiéndose coludido con la narcodictadura gobernante se dedicaron a “blanquear” miles de miles de millones de Lempiras durante las dos décadas transcurridas del presente siglo.

Demuestra también su intención de continuar protegiendo el sector narcoempresarial de banqueros, industriales,  y cualquier otro tipo de empresarios vinculados a la estructura criminal que gobierna Honduras.

¿Qué propone el COHEP y cómo podría esto realizarse en la práctica del país? El COHEP propone alternancia y legalidad, pero, ¿de qué alternancia hablan los empresarios si ellos mismos fueron parte legitimadora de la narcodictadura cuando en las últimas elecciones se impuso el fraude electoral para favorecer el continuismo del dictador? Propone Independencia de poderes, pretendiendo ignorar el control absoluto del ejecutivo sobre los otros dos restantes y lo hace porque seguramente la eliminación de la independencia de poderes le ha traído muchos beneficios a costa de impactar negativamente a la clase trabajadora en el país.

Propone profesionalismo de las Fuerzas Armadas y Policía, pero ¿a qué profesionalismo de estos entes criminales se refiere el COHEP? No puede llamarse profesionales a un ente militar señalado por la ONU en asesinatos en contra de la ciudadanía. No puede ser un acto profesional apagar los radares para que las narco avionetas no pudieran ser identificadas, no pueden serlo aquellos que se benefician del impuesto de guerra que las maras cobran a los pequeños y medianos empresarios. No pueden llamarse profesionales sino asesinos los policías y militares coludidos desde las altas esferas con narcotraficantes y empresarios corruptos.

El COHEP propone la adopción de medidas económicas, ignorando que lo que población hondureña exige no es más que políticas económicas claras con justicia social. No queremos que se continúe asaltando los bienes naturales de los pueblos. No nos parece dinámica aquella economía en la que el obrero y obrera recibe salarios de hambre y se ve forzado a trabajar hasta 18 horas diarias para sobrevivir.

Lo mismo sucede con su propuesta de medidas sociales desaparecidas por los continuos asaltos de funcionarios corruptos pertenecientes a la corte narcodictatorial desde instituciones como el PANI, cuyos fondos debieron destinarse a la niñez desprotegida de Honduras; desde la SAG, con el robo de más de 280 millones de Lempiras destinados inicialmente a fortalecer iniciativas productivas de la mujer y juventud rurales y desde BANADESA, donde fueron asaltados los fondos con que se iba a producir el pan de las familias campesinas agricultoras.

Más irrisorio aún es la propuesta de establecimiento de leyes y seguridad ya que la población hondureña sabe sobradamente que las leyes de la narcodictadura no han servido nada más que para favorecer el despojo de las comunidades de sus bienes naturales y encubrir a los empresarios ladrones y funcionarios corruptos que se han enriquecido ilícitamente.

Con la formulación de estas ilusas recomendaciones probablemente el COHEP pretendió ahorrarse neuronas como si de dinero se tratase. Con este documento la organización nacional de los empresarios se ha lucido como una institución más del establishment narcodictatorial; servil al narcodictador como lo son las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Ministerio Público, Poder Legislativo, Poder Judicial y todo cuanto poder corrupto existe en nuestra Honduras.

Frente al COHEP y todas las fuerzas criminales de la narcodictadura el pueblo continúa exigiendo el fin del cartel gobernante, el castigo de su séquito de asesinos y la convocatoria inmediata a una nueva constituyente.

28 de octubre de 2019

¡DESDE LA DIGNIDAD SIEMPRE!

Editorial: De coaliciones de oposición y movimientos sociales

DE COALICIONES DE OPOSICIÓN Y MOVIMIENTOS SOCIALES

Frente a la condena de Juan Antonio Hernández, la confirmación de los vínculos de Juan Orlando con el narcotráfico, de la condición de Honduras como narco Estado y la claridad adquirida por la población hondureña en relación al Partido Nacional como estructura criminal culpable de la grave crisis política, económica y social que mantiene en convulsión al país aparece como una de las alternativas inmediatas la recién anunciada Coalición de Unidad de Oposición.

Al respecto, coincidimos que la coyuntura requiere de la unidad honesta de las fuerzas políticas y sociales del país, que tenga como una de las principales finalidades articuladoras la remoción de JOH del poder ejecutivo. Sin embargo, esa Coalición obligatoriamente debe asumir como finalidad la consolidación de un programa popular de transformación radical del Estado que vaya más allá del planteo en la esfera meramente electoral.

Debe regirse bajo los principios de unidad de acción, pluralidad de pensamiento y coherencia política, renunciando a la concepción exclusivamente político partidaria del espacio para dar paso a una plataforma de carácter nacional que reivindique nuestra responsabilidad histórica no solo de lograr la salida del usurpador sino también de construir la propuesta alternativa del país que deseamos.

Para transformar el país se necesita mucho más que propuestas declarativas, se necesitan contenidos concretos y en ese sentido, es momento de saldar la deuda histórica entre movimientos sociales y partidos políticos entendiendo que la definición de una ruta estratégica en la actual coyuntura debe ser construida con el pueblo y desde el pueblo, escenario en el que las organizaciones de base y el movimiento social y popular jugamos un papel fundamental. Los partidos políticos no pueden seguir viéndonos como una masa de votantes carentes de criterio respecto de la esfera electoral ya que estaríamos repitiendo los errores del pasado. 

La Coalición de Unidad debe tener la suficiente apertura en lo concreto y garantía de romper con las prácticas de la política partidaria tradicional en pro de la unidad que nos demanda el momento histórico. La inclusión de los movimientos sociales y populares en la Coalición de Unidad de Oposición que pasa porque más allá de la apertura aparente, estos asumamos nuestro lugar y responsabilidad, debe partir por asegurar la participación equitativa y plural en la toma de decisiones al interior de este espacio. que trascienda lo coyuntural.

El llamado a la unidad debe ser un llamado a la erradicación del Narco-Estado y la construcción de uno nuevo y no ser un proceso político partidario de un cambio de gobierno por otro, en ese sentido, reiteramos que ante la insostenibilidad política y económica del país, la infuncionalidad del sistema de justicia y una red criminal en el poder, la coyuntura nos demanda responsabilidad y coherencia para que la articulación no sea solo para instrumentalizar la protesta y movilización sino para organizarnos e integrarnos en torno a una agenda política común.

El encuentro de los partidos políticos y movimientos sociales no solo debe ser en la calles sino paralelamente también en un espacio de trabajo permanente de la agenda de lucha y el programa de acción que le de contenido y dirección política al espacio, sólo así la la articulación se vuelve transformadora y constructora de procesos. 

Por nuestra parte, coherentes con el compromiso mostrado y sostenido por pueblos, comunidades y otros actores sociales que hemos permanecido en resistencia en contra de la narcodictadura como instancias autónomas de los partidos políticos, llamamos a que la Coalición y la unidad sea completada respecto a los actores y del fondo de la ruta que se trace en pro de la dignidad y la justicia de Honduras y en eso disponemos nuestra fuerza, compromiso y trabajo.

21 de octubre de 2019

¡DESDE LA DIGNIDAD SIEMPRE!