Bicentenario de supuesta independencia, nada que celebrar en el pueblo hondureño.

En el año de 1821 Centroamérica y especialmente Honduras dejó de ser gobernada por la elite corrupta, saqueadora de nuestras riquezas que llegó desde el viejo continente para acaparar y robar todo lo que existía en nuestros territorios.

Desde esa fecha a la actualidad, Honduras cayó en manos de saqueadores y nuevos opresores que se quedaron a vivir como parásitos del pueblo al que han subyugado de todas las formas posibles.

En el bicentenario de supuesta independencia denunciamos que: Las elites corruptas y la mafia narcodictatorial han cooptado las instituciones estatales, convirtiéndolas en sus haciendas personales donde quitan y ponen títeres a su antojo y capricho.

Denunciamos la corrupción en el sistema de justicia a donde los saqueadores utilizan el derecho penal como arma contra el pueblo que lucha por la defensa del territorio y los bienes comunes y naturales, a quienes persiguen, criminalizan y encarcelan por el simple hecho de pensar y actuar diferente.

Además, denunciamos las diversas formas de encubrimiento que el Ministerio Público y la Fiscalía General representada en el abogado Oscar Fernando Chinchilla realiza para proteger a las y los funcionarios públicos, especialmente la familia presidencial ligada muy seria y cercanamente a las acciones del narcotráfico y la corrupción.

Por otro lado, denunciamos todos los actos de corrupción impunes durante la pandemia que ha venido a profundizar el saqueo y el robo en las arcas del Estado y acentuar la privatización de las instituciones que alguna vez fueron públicas.

Denunciamos los intentos de despojo y desaparición de los pueblos originarios de Honduras, especialmente en el pueblo Tolupán a donde la única presencia del Estado ha sido para perseguir, desterrar, criminalizar, encarcelar, asesinar y dejar en la impunidad a quienes han atentado contra la vida de las y los indígenas.

Los pueblos dignos de Honduras no tenemos nada que celebrar, han sido 200 años de robo, despojo y saqueo que se han acentuado con la llegada del neoliberalismo y el último gran zarpazo a la soberanía nacional, las ZEDES, que se convertirán en el refugio de los criminales que han acabado con la riqueza del país.

Este mes en el que los traidores y lacayos con sus actos conmemoran el bicentenario de supuesta independencia, nosotros y nosotras, desde el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia seguimos dando pasos en busca de la verdadera soberanía, desde el poder de un pueblo que se planta ante la corrupción, el saqueo y toda la mafia perversa representada por la clase empresarial, política y económica que ha pretendido entronizarse en el poder.

Desde los territorios que luchan en defensa de la soberanía nacional, reafirmamos nuestro compromiso de seguir impulsando verdaderos procesos de emancipación política y económica, peleando desde todos los frentes el poder a los corruptos y asumiendo la tarea de heredar una nación fuerte, rica y respetada a las futuras generaciones.

Hoy, desde nuestros territorios y comunidades, llamamos a la nación a constituirse en veedores y denunciantes permanentes de las acciones de los corruptos, a sumarse a los procesos de lucha en cada rincón de Honduras y construir procesos para que la Dignidad se haga costumbre.

A ocho años del asesinato de Enriqueta, Armado y Ricardo; Aquí nadie se rinde.

El 25 de agosto del año 2013, los y las indígenas Tolupanes, María Enriqueta Matute, Ricardo Soto Fúnez y Armando Fúnez Medina fueron asesinados en la comunidad de San Francisco Campo, perteneciente a la tribu indígena Tolupana de San Francisco de Locomapa en el departamento de Yoro.

María, Ricardo y Armando, militantes y dirigentes del MADJ en territorio Tolupan, en conjunto con el Consejo Preventivo de Tribu, tras de 12 días de resistencia para la protección de sus recursos naturales, oponiéndose a la tala ilegal de madera, así como, la explotación ilegal de antimonio en las comunidades Tolupanas de Lagunita, Bambú, Las Minas, Las Brisas y El portillo, procurando la conservación de los bienes, recursos e intereses de las y los indígenas Tolupanes, quienes conservan su título ancestral emitido en 1864 por el Estado de Honduras.

Cabe resaltar que la Constitución de Honduras, tiene una sola mención sobre derechos que corresponden a los pueblos indígenas, en su artículo 346, que establece el deber del Estado de “dictar medidas de protección de los derechos e intereses de las comunidades indígenas existentes en el país, especialmente de las tierras y bosques donde estuvieren asentadas”.

Seis años tardó el Ministerio Público en condenar a uno de los ejecutores de los asesinatos, Carlos Roberto Luque (asesinado en San Francisco de Locomapa en el año 2018). Dando el Poder Judicial una muestra más de impunidad para el pueblo Tolupan al absolver al otro asesino, Selin Eleazar Fúnez por el asesinato de nuestros compañeros. Cabe destacar que, en esos 6 años de impunidad garantizada por el Estado de Honduras, no se abrieron líneas de investigación ni acciones encaminadas en la búsqueda de las autorías que ordenaron el asesinato.

A pesar de los múltiples intentos de los empresarios, funcionarios públicos vinculados a la criminalidad y la corrupción, instituciones públicas y el Estado en detener la justa lucha por la defensa del pueblo Tolupan, han sido ocho años de permanente resistencia, denuncia y construcción de alternativas por la dignificación, la justicia y la mejoría en la calidad de vida del Pueblo Tolupan.

En esta octava conmemoración del asesinato de nuestras y nuestros compañeros, elevamos y rescatamos su memoria en nuestra identidad orgánica desde el MADJ, como punta angular en el valor de la resistencia y en la búsqueda implacable de la justicia en medio de un sistema judicial enraizado en el crimen organizado, la corrupción y la sistemática impunidad, en beneficio de unos pocos y cuyos beneficios financieros y de influencia en el poder, condenan al empobrecimiento, a la desigualdad profunda y a estadios de violencia a las población Tolupana.

Es de recordarles a aquellas y aquellos que operativizan al modelo extractivo, al crimen organizado, a las y los funcionarios públicos, empresarios y aquellos indígenas que decidieron tomar el lugar del opresor, que aquí estamos y aquí seguiremos, construyendo verdadera participación, dignidad y justicia para que nuestro pueblo indígena Tolupan logre las mejores condiciones de vida, a la justicia y a una distribución integral y equitativa de la riqueza que conforma su territorio.

No permitiremos, por la memoria de María Enriqueta, Armando y Ricardo, así como los otros compañero y compañeras asesinadas por luchar en contra del saqueo de nuestra bienes naturales que se concentra la riqueza en unas pocas manos, por el contrario, trabajaremos y construiremos verdadera participación, inclusión y acceso a condiciones reales y fundamentales de dignidad, libertad, justicia y poder para las y los herederos ancestrales de la tierra, sus recursos y la administración de los mismos.

Porque la tierra es de quien la trabaja,
Porque el derecho es de quien lo exige,
Y porque la memoria es de quien no la olvida,

 María Enriqueta Matute, ¡Vive!
Ricardo Soto Fúnez, ¡Vive!
Armando Fúnez Media, ¡Vive!

¡Hasta la Dignidad Siempre!

De la corrupción sistemática, al desastre natural.

El PCM 138-2020 es el diseño, construcción y operación de 14 proyectos de generación hidroeléctrica y represas. La narcodictadura, brinda todas las condiciones para que estos proyectos generen conflictos en el tejido social, la persecución y criminalización de las y los luchadores sociales. Y es que los 14 proyectos gozan de un certificado de Incorporación y Viabilidad de Operación, o mejor dicho en otras palabras, el PCM incluye todos los permisos requeridos por la legislación nacional, que deben ser emitidos según el plazo establecido en el artículo 40 de la Ley para la Promoción y Protección de Inversiones.

Además, los 14 proyectos se construirán con fondos de un fideicomiso previamente firmado entre BANCATLAN, ENEE y COALIANZA, por un plazo de 30 años. Utilizando la misma lógica corrupta que con el fondo vial en 2011, el Estado de Honduras, asumirá toda responsabilidad económica en caso de que el proyecto fracase o sea económica y socialmente inviables.

El MADJ tiene la tesis de que debido a los múltiples levantamientos de organizaciones populares por la defensa del territorio, bienes comunes y contra la corrupción y la narcodictadura a nivel nacional, se han logrado detener o interrumpir el financiamiento de la banca internacional y sus intermediarios nacionales, provocando pérdidas y aumento de interesen los diversos proyectos de generación de energía en Pajuiles, Río Blanco, Guapinol, San Juan, Triunfo de la Cruz, Jilamito, entre muchos más. Las empresas y empresarios aseguraron con el fideicomiso entre BANCATLAN, ENEE y COAVI y el PCM 138-2020 su seguridad financiera, aunque el proyecto sea interrumpido por razones económicas o por levantamientos populares en las comunidades.

En el escenario de esta probabilidad, a pesar de que el proyecto no se concluya, el Gobierno deberá pagarles a las y los empresarios el valor y precio del proyecto. En otras palabras, aunque exista resistencia y levantamiento popular, los capitalistas pretenden que sea el pueblo quienes paguen a través de sus impuestos, sus “inversiones para el desarrollo”.

Estas acciones de contratación de deuda con bancos nacionales, internacionales, bonos de mercado internacionales, profundizaran el endeudamiento público del Estado y, en consecuencia, de la sociedad en general.

El fideicomiso, se establece en su etapa inicial, autorizando a BANCATLAN a un listado “cerrado” y “selectivo” de sociedades mercantiles de “reconocido” prestigio, dando paso a oscuros procesos de corrupción que no pueden fiscalizados por la sociedad, además, permite relevar de responsabilidad a funcionarios de la ENEE por subcontratación de personal, profundizando así la sistemática impunidad de funcionarios públicos, militares y empresarios.

Finalmente, en esta primera parte (1/3) nos cuestionamos lo siguiente, ante las alarmantes y desproporcionados beneficios que contiene el PCM 138-2020, ¿la inversión y el desarrollo hacia quienes está dirigido?, para nosotras y nosotros, usted y yo, evidentemente, no, pero debemos pagarles en caso de que no sea “viable” a sus intereses.


Es por eso que desde el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia MADJ seguimos proponiendo la organización y la formación como principal bandera de lucha, convocando a nuestro pueblo a sumarse a la lucha contra la perversa clase política y empresarial que ha saqueado a nuestras riquezas.

Será feliz el día en que exista algo que celebrar, mientras tanto, aquí se respira lucha.

“Hoy quiero construir y destruir, levantar en andamios la esperanza. Para talar, arrasar, las podridas raíces de mi pueblo…” El Combate, Clementina Suárez.

El Congreso Nacional de Honduras, a través de algunos de sus diputados y diputadas aprobó en los últimos días, una reforma a la ley que prohíbe la legalización actual o futura del aborto y con ello, el derecho a decidir de las mujeres hondureñas. Esta iniciativa fue presentada por el parlamentario Mario Pérez integrante del Partido Nacional y se denomina “Escudo Contra el Aborto en Honduras”.

Esta ley incluye la reforma al artículo 67 constitucional que tiene que ver con la protección a la vida y que en la actualidad se leía, “Al que está por nacer se le considerará nacido para todo lo que le favorezca dentro de los límites establecidos por la Ley”, pero que, con la reforma propuesta y aprobada, el artículo establece que “es prohibido e ilegal la práctica de cualquier forma de interrupción de la vida del que está por nacer, a quien debe respetarse la vida en todo momento”.

Ante esto, diferentes organismos internacionales han mostrado su rechazo a la aprobación de esta legislación, una de las instituciones ha sido la Organización de Naciones Unidas ONU, que ha manifestado que, “Lamentamos que los esfuerzos para enmendar el Código Penal con miras a despenalizar el aborto hayan fracasado en el pasado y recordamos que penalizar a las mujeres por abortar va en contra de las normas internacionales de derechos humanos … Este proyecto de ley es alarmante. En lugar de dar un paso hacia el cumplimiento de los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas, el país está retrocediendo”, la OACNUDH por su parte, ha manifestado que “La reforma constitucional para la prohibición absoluta del aborto contraviene obligaciones internacionales y recomendaciones específicas al Estado de Honduras sobre los derechos de las mujeres”.

Los legisladores no tomaron en cuenta las tres causales propuestas para considerar la legalización del aborto, esas causas son: violaciones, malformación grave del feto o cuando la vida de la mujer embarazada está en serio peligro, por lo que Honduras se convierte en uno de los países del mundo donde queda totalmente prohibida esta práctica a pesar de ser una de las naciones con índices muy altos de embarazos adolescentes y donde uno de cada cuatro partos es de una menor de 19 años según la ONU.

La ley fue aprobada por el Congreso con dispensa de dos debates y a tan solo 10 días de haberse conocido, también refiere que, “serán nulas e invalidas las disposiciones que se creen con posterioridad a la vigencia del presente artículo” por lo que deja sin valor y efecto cualquier iniciativa que pretenda presentarse en el futuro para cambiar esta decisión.

Desde el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia declaramos nuestra inconformidad y condenamos el retroceso y los efectos nocivos que impone esta ley, ya que consideramos viene a retroceder y a cercenar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en el país, ante ello, comunicamos y condenamos que:

  1. El proyecto fue propuesto y discutido en su mayoría por hombres, sin legitimidad ni función pública, vinculados al crimen organizado y procesos de corrupción contra el Estado de Honduras y su población.
  2. Que una política pública tan trascendental como los derechos sexuales y reproductivos sea instrumentalizada por la Narcodictadura e Iglesias para desviar la atención de la crisis humanitaria, socio-económica y político-institucional, es la alegoría de la caverna moderna y oscurantista, carente de razón y ética, encaminada a coartar derechos humanos.
  3. El desprecio mostrado por las y los narcodictadores hacia las mujeres y  población en general es incalculable, manifestada en la continua postura del abordaje de problemáticas sociales desde el lente del derecho penal como instrumento ideológico enfocado en atacar a la población empobrecida, sumado a ello, la instrumentalización de la “fe” popular para imponer desde la razonamientos empíricos de pastores y párrocos, obviando el abordaje  temático en materia sanitaria, social e institucional penalizando y obstaculizando diálogos y debates sobre la veindicación de derechos humanos sexuales y reproductivos.
  4. Por último, manifestamos que; la legalización del aborto como derecho humano y la despenalización del mismo, puede tener posturas antagónicas, pero estas deben tener sustento científico y racional. La narcodictadura ha violentado la laicidad del Estado, reduciendo el diálogo y debate político, filosófico y científico a una discusión moral y de principios religiosos, cuando en realidad se trata de la vida y derechos de millones de mujeres hondureñas empobrecidas por una élite corrupta, violenta y narcotraficante.

Reiteramos nuestro llamado permanente a la organización de nuestro pueblo, el que tiene una sola cara de dignidad, el que se ha levantado a la voz de la justicia, contra la corrupción y toda forma de opresión. Por la dignificación…

¡Hasta la dignidad, siempre!

¿Guerra contra quienes?

La guerra contra las drogas y el crimen organizado, recae en la caravana migrante.

Entre la oscuridad de la noche y el cansancio de una narcodictadura; la Policía Nacional y el Ejército se apostan en el paso fronterizo de El Florido, en el departamento de Copán, en horas de la noche del 15 de enero del 2021. Se ubicaron frente a la 4ta Caravana de Migrantes que ya sumaban más de 5,000 personas en menos de 24 horas de haber iniciado. La Policía Nacional, ante la crítica situación, confirmo de qué lado se encuentran en esta disputa profunda por la liberación del país, pues ya no se trata de una cuestión de “seguir o no seguir órdenes” o “que ese es su trabajo y deben hacerlo aunque no les guste”, es que su provocación fue de guerra contra las y los migrantes, en donde oficiales y elementos policiales cantaron el himno de la Policía Nacional y cantos de entrenamientos, de forma intimidatoria y como señales preparativas para un combate entre Policías y Migrantes, dejando en claro la acumulada crisis histórica en la que se encuentra el país, acciones vistas a través de la historia en guerras civiles y largos períodos de ingobernabilidad.

Con miradas fijas y concentradas, agitaron los toletes en sus escudos, marchaban con tal violencia, que podía escucharse como su respiración se aceleraba por la adrenalina. Alumbraron con sus focos de mano a los rostros, y mientras avanzaban contra la caravana, de un lado se escuchaban, gritos agitados y cansados que entonaban el himno nacional de Honduras “[…] serán muchos Honduras tus muertos, pero todos caerán con honor” y, por otro lado, oficiales gritándole a sus elementos “avancen”,” firmes”, “[…] por la patria, por la vida, policía”.

Para el 16 de enero, sobrevolaban helicópteros en el puesto fronterizo, se movilizaban decenas de militares y policías de Honduras y Guatemala, la primera fila, principalmente de mujeres jóvenes y madres, se arrodillaron, con sus manos al aire, oraban y pedían a Dios, que les dejasen pasar. En el transcurso del día, gracias a las plegarias, pero principalmente a la organización, hicieron lo suyo – para el 17 de enero, la caravana avanzó superando militares y policías de los puestos fronterizos con destino a Vado Hondo, Guatemala.

Entre el 17 y 18 de enero, los diálogos entre migrantes, fuerzas armadas y algunos “cónsules”, se perdieron cuando las fuerzas armadas y la policía de Guatemala, desalojaron a la caravana migrante, utilizando gas lacrimógeno y persiguiéndoles entre zonas residenciales, zacateras y el paso carretero, pues las autoridades alegaron que la caravana paralizó y afectó la economía de Guatemala por su inmovilización en la carretera y el paso fronterizo en Vado Hondo. 

¿Quiénes son los responsables que provocaron semejante éxodo?

Los medios de comunicación corporativos de la élite económica y militar, señalan a la crisis mundial del COVID19 y el paso de los huracanes Eta e Iota como los principales responsables, además de vincular la caravana como una acción del crimen organizado para traficar personas, drogas y desestabilizar el país, según declaraciones brindadas por el Director Nacional de Servicios Policiales Fronterizos, el comisionado Julián Hernández.

Por su parte Nelly Jerez, vicecanciller de la Republica, brindaba declaraciones a los medios de comunicación, que los esfuerzos entre el gobierno y la empresa privada para evitar la migración irregular se centraba en el corte de café y caña de azúcar, pero que las personas querían más y que, por ende, tomaban la decisión de irse del país.

El gobierno central de Juan Orlando Hernández, Mauricio Oliva y Oscar Chinchilla, el partido nacional y liberal, las fuerzas armadas y asociaciones de empresas privadas, vinculan la caravana de migrantes con el crimen organizado y la oposición política, cuyas pretensiones son la desestabilización del país. Cabe resaltar, que quienes tienen el control pleno de todas las instituciones del Estado, así como el control de las fronteras, puertos y aeropuertos, es la narcodictadura; misma que en el año 2014 aprobó la Ley de protección de la soberanía del espacio aéreo que da la facultad a las Fuerzas Armadas, a derribar aviones y avionetas bajo sospecha de transporte de droga provenientes de sur américa, y así de esta manera contrarrestar el flujo de narcóticos y de redes del crimen organizado, deslegitiman las declaraciones de ambos funcionarios, pues los resultados y datos de la narcodictadura, dicen lo contrario.

Las caravanas son el resultado de la violencia, el empobrecimiento y desigualdad provocadas por las intervenciones militares, la militarización de la sociedad, el crimen organizado y la corrupción e impunidad por parte del gobierno, el partido Nacional y Liberal, la cooperación internacional y las fuerzas militares.

Estos actores son los grandes responsables de la mayor crisis humanitaria y de derechos humanos en la historia del país, pues su respaldo y reconocimiento a gobiernos vinculados al narcotráfico, han oxigenado a las élites criminales por más de 11 años desde el periodo post golpe de Estado. Este es el resultado de múltiples intervenciones políticas, económicas y militares, con el silencio cómplice de la OEA, ONU, entre otros organismos internacionales, que en todo momento han legitimado las acciones criminales de la narcodictadura, del partido nacional y liberal, de la intervención norteamericana en la Mosquitia y de la corrupción e impunidad.

No es acaso Estados Unidos la principal bóveda de información del mundo – lo que los medios de comunicación corporativa y funcionarios públicos, nos intentan decir es que ¿Un par de sujetos con limitantes económicas, formativas y logísticas pueden superar el aparato de inteligencia de las fuerzas armadas de Honduras y de la Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo en Palmerola para conformar una caravana de migrantes y así facilitar el tráfico de drogas en beneficio del crimen organizado para desestabilizar el país? – o las élites económicas y militares, al mejor estilo de guerra fría, acatan a cabalidad las ordenes imperiales de EEUU – la caravana no sale del triángulo norte, cueste lo que cueste.

Simple y sencillamente, es poco racional e irrisorio la opinión de los medios y funcionarios, pues el narco Estado, también es creación de la embajada de EEUU y FTC-Bravo en Palmerola, que desde su creación en 1983 ha tenido influencia en Ahuas, en Gracias a Dios, hasta la actualidad, sin mayores resultados para la mejoría de calidad de vida de las y los hondureños y el país en general.

Vivir y sobrevivir en Honduras, definitivamente no es para cualquier ser humano, las caravanas migrantes representan la más legitima de las voces de resistencia, de dignidad y de búsqueda de justicia para mejorar la calidad de vida de las personas. Son el recuerdo permanente que existe un territorio (112,492 km2) por recuperar que se llama Honduras, sus instituciones y la esperanza de construir un país multicultural, justo, digno, donde las personas puedan desarrollarse (humana y económicamente) en plenitud. Un país que enorgullezca a sus hijos e hijas, y con la suficiente fuerza para luchar contra todos los males que hemos tenido que soportar a través de tanto tiempo y de tantos malos gobiernos

Convocamos permanentemente a nuestro pueblo, el más hermoso, al que tiene una sola cara de dignidad, a organizar la caída de la narcodictadura y de las intervenciones extranjeras, para así edificar un país y un territorio, donde todo sea para todos y todas.

¡Hasta la dignidad, siempre!

Agua para la vida, no para el comercio.

El agua deja de ser un bien de consumo público y pasa a ser un bien privado cotizado en la bolsa de valores de Wall Street. Esta acción “repentina” ha sido señalada y denunciada por décadas por poblaciones campesinas, indígenas y afros a nivel mundial, pues a finales del siglo XX, múltiples acuerdos con el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entre otros muchos más, patrocinaron iniciativas de legislativas para la privatización del agua a través de nuevas Leyes marco del sector de Agua y Acueductos, como fue el caso de Cochabamba en Bolivia o Aguas de San Pedro en Honduras.

Mediante la ley marco, inicio el proceso de privatización del agua potable, esta, impuso al SANAA que tenía hasta el 2007 para trasladar la responsabilidad estatal a las municipalidades, este proceso también se le conoció como la municipalización de las aguas. Así de esta manera las municipalidades tienen según ley, la potestad de entregar los servicios de agua a empresas particulares y privadas del servicio de agua para que asuman la responsabilidad de infraestructura, distribución y facturación del vital líquido, anulando la responsabilidad del Estado para con la población en general y otorgándoselas a manos privadas.

En primer lugar, toda la infraestructura de acueductos que fue construida y constituida con fondos públicos en el período entre 1960 a 1999, fue traspasado bajo concesión y consorcio a empresas de inversión privada, que no invirtieron ni un décimo de dólar en la edificación del sistema de acueductos, casos como San Pedro Sula, Choloma, Puerto Cortes, El Progreso, La Lima entre otros municipios a nivel nacional, sufrieron está lógica de traspasar empresas y recursos públicos a manos privadas.

En segundo lugar, el proceso de privatización tuvo su aceleración justo después del golpe de Estado y aprobación proyectos de generación de energía con recursos renovables, entre ellos las hidroeléctricas, pues para el periodo post golpe de Estado de Honduras se preparó y desarrolló la Licitación pública internacional No. 100-1293-2009 “compra de potencia y su energía asociada generada con recursos renovable”, el 05 de octubre, el gerente general de la ENEE[1] nombro el comité y sub comités de evaluación, el 18 de diciembre de 2009 se aperturo el mercado de ofertas y el 25 de enero del 2010 se remitió un informe final indicado que los proyectos de generación son inviables por su impacto en el medio ambiente.

Y el tercer lugar, es la cotización de valores del agua como recurso y no como servicio, para hacer una analogía, el agua puede cotizarse como un bien material tal cual lo es una empresa como Facebook (comunicaciones), GMC (transporte), Chevron (combustible) o Newmont Goldcorp (minerales/oro).

Pero, ¿cuál es el precio del agua? ¿quién determina su precio y cómo? – existe una realidad absoluta en el mundo, el agua dulce es un recurso limitado y se está agotando, entonces, ¿cómo creamos un mundo donde no hay suficiente recurso vital para todas y todos? – Según el mercado global y la expansión imperialista; colocándole un precio y que este sea accesible para aquellos que puedan pagarlo, en ese sentido, ¿cómo será el nuevo mundo en el periodo post pandemia?

La crisis mundial del agua, es una crisis del modelo civilizatorio y con ello, del sistema capitalista global. Parece impensable, pero ha sucedido y seguirá sucediendo, el agua se privatizará y solo será para aquellos que puedan comprarle, de no ser que exista una defensa férrea como la que existe en Pajuiles, Arizona, Río Blanco, Reitoca, entre otros a nivel nacional y regional, en constituir el agua como un derecho humano y universal, por encima de las perversas intenciones del capitalismo global y las empresas transnacionales.

Hoy el tiempo y los hechos nos vuelven a dar la razón, el bien y recurso más importante y vital del planeta para que exista vida, no puede ser administrado y ser beneficio para unos cuantos, el impulso que nos debe motivar a luchar por el agua, es reconocer lo valiosa que es para el desarrollo de la vida. Es importante e imperante recuperar nuestra relación histórica con el agua, pues la industria global del siglo XXI responsabiliza a los seres humanos por individual, y no a ellos como grandes responsables de semejante catástrofe.

Cambiar el modelo y el sistema, es salvar la vida.

Hasta la dignidad siempre.

“ETA y Narcodictadura, el matrimonio del desastre”

El Huracán ETA fue identificado como depresión tropical desde el viernes 31 de octubre, las alertas se hicieron notar en el Caribe y en Centroamérica, a excepción de Honduras, pues el narcogobierno del partido nacional y del partido liberal, de las fuerzas armadas, del COHEP y de la banca comercial se encontraban en trabajos preparativos en la apertura económica del sector turismo para el feriado de la semana morazánica.

Esta premisa nos hace cuestionarnos ¿Qué tan poco le importamos a quienes usurpan el poder? ¿Acaso su avaricia, sus cuentas bancarias y empresas están por encima de las vidas de las y los hondureños? – luego de 4 días de intensas lluvias, múltiples estructuras dañadas o destruidas, personas en los techos de sus casas, desplazados, desaparecidos e incomunicados y cultivos perdidos, nos da la respuesta, pues se puede leer en los ojos de la gente, un grito permanente e histórico de auxilio traducido en un silencio sostenido, ¿Ahora que vamos a hacer?

Han transcurrido 22 años desde el paso del Huracán MITCH; tiempo en el cual la clase política y económica corrupta y criminal, han impedido el desarrollo integral, justo y digno para las grandes mayorías, campesinas/os, indígenas, obreras/os, estudiantes y mujeres. En 22 años, el “desarrollo” solo ha tenido dos grandes beneficiarios, las empresas y los bancos, aquellos que construyen proyectos residenciales para sus lujos en zonas de amortiguamiento, proyectos mineros e hidroeléctricos en zonas de reserva de agua para uso y consumo humano, proyectos turísticos en tierras garífunas, tala ilegal del bosque en tierras Tolupanas y las pretensiosas ZEDES.

Con tal destrucción sistemática y con mayor intensidad desde el golpe de Estado en 2009 y su Honduras Open for Bussisnes ¿Que esperaban que sucediera? – pues el modelo extractivo y el capitalismo irracional de la élite hondureña son la pandemia y el huracán permanente para nuestro país y su gente.

Durante años diversas organizaciones a nivel nacional, entre ellas el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, MADJ, han denunciado permanentemente ante la comunidad nacional e internacional las consecuencias de dichos proyectos, sus concesiones, licencias y permisos ambientales ilegales y corruptos, instrumentalizando el sistema para encarcelar, desplazar o asesinar a quienes defienden su territorio de los invasores nacionales y del capital transnacional. Estas organizaciones hoy demuestran tener razón en sus posturas políticas y criterios anticapitalistas, las comunidades en resistencia tuvieron y tienen la razón; son proyectos de muerte y no de desarrollo. Existe una realidad, las montañas ya no retienen las aguas, pues en lugar de flora y fauna, hay proyectos mineros, hidroeléctricos, turísticos y residenciales, cuyos dueños pasean libremente por nuestro país con total impunidad.

El amanecer del 05 de noviembre nos traduce que no es ni Dios ni la naturaleza quien castiga, pues estos son los resultados de la imposición de un narcogobierno, dedicados rigurosamente a hacer funcionar un complejo sistema corruptos, traficante y de lavado de dinero, que crea desigualdad, empobrecimiento y violencia en nuestros territorios, comunidades y barrios.

El camino a la salida de la crisis puede ser diverso, pero debe tener el alcance de la justicia de los pueblos, el comportamiento del régimen dictatorial es criminal y lesa humanidad, todas las muertes y las pérdidas materiales son su responsabilidad, todas estas eran evitables si existieran gobiernos en favor de las grandes mayorías.

Ese debe ser nuestro compromiso, hacer justicia popular y buscar la dignidad de los pueblos en cada uno de los frentes y de acuerdo a la altura histórica y política que nos atañe. Podemos ver como nuestras familias pierden todo o podemos surgir como otra Honduras refundada, tal cual la han planteado por años Pajuiles, Guapinol, Reitoca, Utopia, Zacate Grande, Río Blanco, Jilamito, Vallecito, Locomapa, entre otras; las alternativas siempre nacen desde el pueblo, que de manera organizada hace lo que la narcodictadura es incapaz en su moralidad y su ética, pues en tiempos de crisis y sosobra, solo el pueblo salva a el pueblo.

Hasta la dignidad, siempre.

La independencia no se puede celebrar, si no es nuestra

“Si uno cree en la libertad. Si uno sabe que su pueblo está siendo oprimido. Si uno tiene totalmente el convencimiento de que estamos viviendo en un país colonizado, de que fuimos invadidos, de que nos mataron, de que están destruyendo a nuestro pueblo, que se aplica el genocidio de día a día, destruir al enemigo es salvar la Patria.” Filiberto Ojeda Ríos.

En la mañana del 15 de septiembre de 1821 se reunieron en el palacio de la Capitanía General de Guatemala, Gabino Gaínza, José Cecilio del Valle, Pedro Molina, Mariano de Aycinena, José Santiago Milla, Mariano de Beltranena, Miguel Larreynaga, Mariano Gálvez y José Matías Delgado. Todos hombres, blancos y criollos eran quienes discutían la posibilidad de proclamar la independencia de los pueblos centroamericanos.

El documento llegó a las comunidades más importantes en Honduras en el transcurso de septiembre y octubre de 1821. Gracias, fue la primera comunidad en recibirlas el 22 de septiembre. Para el viernes 28 de septiembre, los pliegos llegaron a las ciudades ahora conocidas como Comayagua y Tegucigalpa. En el transcurso del mes octubre, recibieron también los pliegos: Santa Rosa, Omoa, Trujillo, Juticalpa, Danlí y Santa Bárbara.

Honduras, un país pluricultural fundado por criollos, militares e intelectuales, cuyo  nombre se encuentra más al filo de su realidad, una hondura profunda, cuya historia popular, mal contada, radica en el rechazo y odio del territorio expresada por el invasor Cristobal Colón “gracias a Dios salimos de estas honduras”, un país cuyas heridas de la independencia, el fracaso de la unión centroamericana, la reforma liberal y la tan odiada república bananera aún pesa en nuestra sociedad, nuestra política y nuestra economía.

Un país donde el retorno a la democracia aún no es realidad y en donde hacer golpes de Estado o instalar un Narco Estado es determinado por una larga historia de corrupción, de intervenciones militares y económicas, del empobrecimiento, la violencia y la desigualdad. Luego de 199 años del grito de independencia de los países centroamericanos frente a la Corona Española, en Honduras y en la región aún nos cuestionamos la paradoja de ¿cuál independencia?

No puede existir independencia cuando el interés de sus gobernantes es distinto a la dignificación de su pueblo. Cuando las mujeres, campesinos, indígenas, afro hondureños, estudiantes, diversidades sexuales, obreras y obreros están aislados del poder y del acceso a la justicia. por medio de vallas militares y el crimen organizado.

La independencia no se puede celebrar, si no es nuestra y más si está en manos de banqueros, narcotraficantes, explotadores de recursos naturales, empresarios, militares y políticos que empobrecen y que les vemos marchar con total impunidad en compañía del imperialismo de Estados Unidos, la banca financiera internacional, la Unión Europea y ahora China.

En Honduras hacemos independencia y soberanía de múltiples formas, casi todas con amor y trabajo, cuando las y los estudiantes luchan por la educación pública, laica y de calidad, las y los obreros por la dignificación laboral, las mujeres por la decisión de sus cuerpos y el cese a los feminicidios, campesinos, indígenas y afro hondureños, por la repartición de la tierra, el reconocimiento ancestral y la inclusión de un modelo pluricultural, todas y todos aquellos hondureños en general, que día a día hacen del reto de llevar pan a la casa, una realidad.

Ante esta realidad en la historia inmediata, las y los hondureños durante 11 años nos hemos sostenido en las calles, luchando por una verdadera independencia, la democracia, la autonomía de los pueblos, la adquisición y defensa de derechos, por la educación y la salud gratuita y de calidad, el rechazo a proyectos mineros, energéticos y turísticos de la élite, fraudes electorales, criminalización y asesinatos. En pocas palabras; nosotras y nosotros mediante el trabajo, la resistencia, el amor, la dignidad y la justicia hacemos independencia de forma permanente, sin tutela y por la libertad de los pueblos.

En este 199 aniversario de supuesta independencia llamamos a nuestro pueblo a continuar en lucha organizada, resistiendo al modelo extractivo, neoliberal y criminal que estructuralmente pretende despojarnos de nuestra patria-matria.

¡Hasta la dignidad siempre!

¿Dónde está el dinero?

Con la llegada del covid19 a Honduras en el mes de marzo terminó de abrir la oportunidad de cometer actos de corrupción, de hacer negocios de manera irregular afectando la salud de la población que día a día lucha y muere en carpas que han comprado los funcionarios públicos a precios exorbitantes.

En Honduras para el combate al covid19 se han destinado hasta hoy, más de cinco mil millones de dólares, entre lo aprobado por el Congreso Nacional y las donaciones recibidas de países, organizaciones y grupos a nivel nacional e internacional por lo que toda la población se pregunta ¿Dónde está el dinero?

¿Dónde está el dinero? –  Si los hospitales móviles que tendrían todo el equipo necesario para brindar atención adecuada y digna aún no llegan al país, lo que afirma que el presupuesto asignado para el manejo de la crisis es un increíble negocio de corrupción e impunidad entre las y los usurpadores del poder.

¿Dónde está el dinero? Se pregunta la población que enfrenta la pandemia entre la incertidumbre, la inoperancia de los administradores de un colapsado del sistema de salud producto de todos los actos de corrupción a lo largo de la historia.

¿Dónde está el dinero? Si en cadena nacional los funcionarios públicos que manejan la pandemia sin tener ni siquiera idea de donde están parados, nos dicen que los hospitales están abastecidos, que hay medicamentos e insumos para poder combatir la pandemia, pero  la realidad es, que más personas están muriendo, más personal de salud se contagia de forma acelerada por la enfermedad por no portar el equipo de bioseguridad y la clase trabajadoras, campesinas e indígena sufren la carencia de insumos como camas hospitalarias, medicamentos e infraestructura para combatir de forma más efectiva la propagación del COVID-19.

¿Dónde está el dinero? Si la cifra de contagios sigue en ascenso, si los hospitales ya no se dan abasto y las camillas para atender personas ya no ajustan, y ahora la advertencia es que se decidirá a quien se atiende y a quien no porque los recursos no dan para más.

¿Dónde está el dinero es la pregunta generadora de la discusión que nos lleva a preguntarnos, ¿Dónde está el Ministerio Público para investigar y castigar a los empresarios y funcionarios corruptos que se han coludido para saquear las arcas del Estado y condenar a las y los trabajadores al contagio con la falacia de la reapertura inteligente?

Sigue en aumento la impotencia y preguntas sin respuesta que por años hemos aguardado a que las instituciones del Estado nos respondan y que cumplan su papel de ser servidoras y protectoras de los intereses de las mayorías.

Si el Gobierno dictatorial del Partido Nacional y del Partido Liberal no resuelven en la crisis, ¿Porqué seguimos esperando que algún día cambien?

Pueblo, es momento de exigir respuestas, de organizarse, de convertir en propuesta movilizadora toda esa rabia que guardamos ante tanta corrupción.

A 11 años de golpes, estamos en pie de lucha

Hoy se conmemoran 11 años del golpe de Estado perpetrado por los grupos oscuros de la nación aliados contra la población y el respeto a la voluntad popular, la intensión de hacer una consulta fue el detonante para justificar asesinatos, corrupción y expatriación de personas del territorio nacional.

Las cúpulas criminales representadas en la clase política, empresarial y religiosa se confabularon para causar una herida que aún no sana y que sigue sangrando a pesar del paso de los años.

A 11 años, son los mismos actores que llaman a la unidad de la familia hondureña, a la reconciliación nacional, pero son los mismos actores que han continuado con la corrupción, con el saqueo y con los asesinatos hacia la población que reclama una mejor nación.

El golpe de Estado de 2009 reveló la configuración del crimen organizado como estructura intrínseca de organizaciones políticas y empresariales a quienes la iglesia y las instituciones de justicia “bendicen” para actuar con total libertad, garantizándoles total protección e impunidad.

A 11 años, esa impunidad sigue siendo el principal abono para que esos mismos personajes continúen favoreciéndose con fraudes electorales, con la privatización de las empresas que en un tiempo fueron públicas, con la entrega del territorio que siempre nos ha pertenecido a los y las hondureñas, con la entrega de nuestros bienes comunes y naturales que permite el genocidio de nuestros hermanos y hermanas de los diferentes pueblos originarios.

A 11 años del golpe de Estado seguimos siendo golpeados y golpeadas, pero con los ánimos y la motivación renovada para seguir luchando por recuperar la nación, por devolver la justicia y la Dignidad a un pueblo que ha sido altamente castigado por la impunidad que el mismo sistema corrupto e inservible les da a quienes han afectado a las grandes mayorías.

A 11 años, como organización hemos confirmado que la verdadera soberanía se construye desde las comunidades, desde los territorios a donde hombres y mujeres han decidido apostar la vida por la defensa de sus montañas, de sus ríos, de su nación, nación que ha sido entregada por políticos corruptos, avaros y traidores a la patria.  

A 11 años, queremos reconocer el trabajo de hombres y mujeres que fueron asesinados por luchar en defensa de la soberanía nacional, el respeto a la voluntad popular y que con su sangre derramada por balas disparadas por cobardes han regado la Dignidad que cada día florece en más de un hondureño u hondureña que sueña con heredar una mejor nación a las futuras generaciones.

A 11 años del golpe de Estado reafirmamos que a pesar de todos los golpes recibidos estamos de pie para seguir luchando y apostándole a que estamos en el lado correcto de la historia, ahí donde solo las y los valientes pueden estar, donde los que se esconden tras un saco, una corbata o vehículos blindados y escoltados no pueden estar simple y sencillamente porque no tienen dignidad.

A 11 años del golpe de Estado, estamos en pie de lucha.