POSICIONAMIENTO PÚBLICO DEL MOVIMIENTO POPULAR Y SOCIAL HONDUREÑO

Frente a los desalojos violentos y la persecución de comunidades campesinas en Honduras de Yoro y el Bajo Aguan

El Movimiento Popular y Social Hondureño (MPSH) expresa su preocupación y profunda indignación por los recientes desalojos violentos y la creciente persecución contra las comunidades campesinas en Honduras. Estos hechos no solo representan una violación flagrante a los derechos humanos, sino también una traición a los principios de la reforma agraria y los compromisos asumidos por el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro para resolver la crisis agraria.

El 22 de enero de 2025, en Agua Blanca Sur, El Progreso, Yoro, 250 familias del Movimiento «Hombres y Mujeres sin Tierra de Yoro» fueron brutalmente desalojadas en favor de la empresa Azucarera del Norte S.A. (AZUNOSA), que ocupa ilegalmente tierras destinadas a la reforma agraria en el Valle de Sula. Este desalojo, ejecutado por aproximadamente 1,000 elementos policiales y 300 trabajadores de AZUNOSA disfrazados de policías, dejó un saldo de 300 manzanas de cultivos destruidos, 150 chozas arrasadas, y cientos de familias despojadas de su hogar y sustento.

De manera similar, en el Bajo Aguán, comunidades organizadas bajo la Plataforma Agraria y la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA) enfrentan constantes agresiones, desalojos violentos y campañas de odio promovidas por corporaciones como DINANT y sectores económicos vinculados al poder político. Estas acciones no son hechos aislados, sino parte de una maquinaria de despojo que utiliza la violencia, la desinformación y la impunidad para debilitar la resistencia campesina y concentrar aún más la tierra en manos de unos pocos.

Denunciamos y rechazamos:

  1. La alianza entre el Estado y el capital agroindustrial para facilitar el despojo de tierras campesinas mediante desalojos violentos, criminalización y persecución de liderazgos sociales.
  2. El incumplimiento del Instituto Nacional Agrario (INA), la Presidencia de la República y la Comisión Agraria en la recuperación de tierras usurpadas por ganaderos, madereros, mineros y agro empresarios, quienes actúan con total impunidad gracias al fraude, la corrupción y la violencia.
  3. La falta de transparencia y justicia en el manejo de las tierras en ociosidad, que deberían ser adjudicadas a familias campesinas en lugar de favorecer a empresas vinculadas a la agroindustria usurpadoras de la tierra destinada a la reforma agraria.

Demandamos:

  1. La derogación inmediata del Decreto 93-2021, que criminaliza y agrava la persecución contra el campesinado hondureño.
  2. El cumplimiento de los compromisos asumidos por el Gobierno de Xiomara Castro en relación con la reforma agraria y la resolución de la crisis del agro, especialmente en el Bajo Aguán.
  3. La publicación inmediata de un censo de tierras en ociosidad y un plan claro para su adjudicación a familias campesinas.
  4. El cese inmediato de los desalojos violentos, garantizando la reubicación digna y el respeto a los estándares internacionales de derechos humanos.
  5. La reforma integral del sistema judicial hondureño, incluyendo la elección de magistrados y magistradas comprometidos con la justicia social, que garanticen la tutela de los derechos campesinos y no actúen como cómplices del despojo.
  6. Investigaciones rigurosas e imparciales para sancionar a los responsables de los desalojos y violaciones a derechos humanos, incluyendo a empresas como AZUNOSA y DINANT, así como a los funcionarios públicos involucrados.

Hacemos un llamado urgente a todas las organizaciones sociales y populares, tanto nacionales como internacionales, a mantenerse vigilantes y solidarias frente a estas agresiones. Es fundamental fortalecer nuestra autonomía organizativa y nuestra capacidad de articulación para enfrentar la violencia del modelo extractivista y construir alternativas que prioricen la vida, la dignidad y la soberanía de nuestras comunidades.

Reafirmamos nuestra lucha por un modelo agrario justo y sostenible, basado en el respeto a la tierra como bien común y no como mercancía. La reforma agraria debe ser una prioridad estatal que garantice justicia histórica para el campesinado hondureño, cumpliendo con las demandas de quienes han sostenido la vida y el territorio con su esfuerzo y resistencia.

¡Por la vida, la tierra y la justicia, seguimos en resistencia!

Movimiento Popular y Social Hondureño (MPSH)

Honduras, 22 de enero de 2025

Conducción Política Nacional

  • Plataforma Palagua
  • Coordinadora Ambiental indígena y Campesina de La Paz
  • ADEPZA [Península de Zacate Grande]
  • Consejo Renacer Marcala
  • CNTC– El Progreso
  • Hombres y Mujeres sin Tierra de Yoro
  • Plataforma Agraria del Bajo Aguan
  • Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)
  • Bufete Estudios para la Dignidad [BED)
  • Centro de Reflexión y Estudios Ecuménicos para la Democracia y los Derechos Humanos en Honduras (CREDHO)

PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO DEL MOVIMIENTO AMPLIO POR LA DIGNIDAD Y JUSTICIA

“A las comunidades en resistencia, al pueblo hondureño y a la comunidad internacional” El Movimiento Amplio por la Dignidad y Justicia (MADJ), en coherencia con nuestro compromiso histórico con la defensa de los derechos humanos, la democracia, los bienes comunes naturales, la justicia social y la dignidad de los pueblos, nos dirigimos al sector social, a los actores políticos y económicos, a los medios de comunicación y al pueblo hondureño en general, en cierre del tercer año de Gobierno de Xiomara Castro [Libre] y en el contexto del proceso electoral de 2025,  para expresar lo siguiente:

1.       Al cumplir el tercer año de gobierno el inicio del cierre de la administración del Partido Libre, como Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia [MADJ] volvemos a señalar con claridad, contundencia y con experiencias vividas, que esta administración ha quedado en deuda con las grandes demandas de justicia social, defensa del territorio y transformaciones estructurales que movilizan al pueblo hondureño. Reconocemos que han avanzado en la asimilación de discursivos cercanos al pueblo, y acciones dispersas como paliativos a emergencias coyunturales pero las promesas reales de cambio no han logrado materializarse en una mejora tangible para las mayorías empobrecidas de este país. Lejos estamos de una justicia real que condene a las estructuras del crimen enquistadas en partidos políticos, instituciones de gobierno, actores económicos. No hay ni en un freno efectivo a las políticas extractivistas y de explotación desmedida de la naturaleza. Las políticas militarescas para resolver crisis sociales una vez más bajo su gobierno han demostrado que no son el camino. Otra vez, les llamamos, en la recta final de su mandato, a que desanden el camino de la comodidad y la negociación y que asuman su responsabilidad con el pueblo.

2.       Desde nuestro compromiso y lucha por una Democracia radical, llamamos a la sociedad hondureña, a los actores políticos y económicos que tiene amor por este país, a adecentar la política; para que el pueblo sea el verdadero protagonista de su destino. Reconocemos los procesos electorales son un componente fundamental de la vida democrática de un país, pero una verdadera democracia no puede limitarse únicamente a las urnas, especialmente cuando estas son controladas por las élites, el crimen y el capital manchado de sangre. Por eso, urgimos al pueblo hondureño a participar de manera crítica y activa en este proceso electoral, evaluando propuestas, denunciando prácticas clientelistas, fraudulentas y exigiendo transparencia. Conscientes que más allá del acto de votar, el verdadero poder está en la organización, la vigilancia ciudadana y la construcción de alternativas desde las bases.

3.       Denunciamos con firmeza el pacto de impunidad que se refleja en las papeletas electorales, donde personajes con procesos legales pendientes y vínculos con actos de corrupción y violencia figuran como candidatos a la presidencia y otros cargos públicos. Este escenario no solo perpetúa la desconfianza hacia el sistema electoral, sino que además evidencia que las instituciones han sido capturadas por quienes son el rostro del crimen organizado y la injusticia en Honduras.

4.       Saludamos el surgimiento de Proyectos Sociopolíticos bajo la figura de Candidaturas Independientes expresiones de resistencia política frente a un sistema dominado por partidos tradicionales que han perdido legitimidad ante el pueblo y perpetuado la crisis. Les llamamos a que asuman con responsabilidad, catadura moral y ética estas iniciativas, para que las candidaturas sean una oportunidad para rescatar el verdadero sentido de la política y replantear un proyecto social y económico comprometido con los intereses de las comunidades, los territorios y los sectores históricamente excluidos. Sin embargo, enfatizamos que las candidaturas independientes, aunque necesarias, no son en sí mismas la solución definitiva. El movimiento popular y Social de Honduras, tiene el deber de continuar debatiendo y construyendo un Instrumento Político representativo, autónomo y profundamente arraigado en las luchas sociales. Esta búsqueda es un camino que debe mantenerse en debate, abierto, honesto y colectivo.

5.       Como movimiento territorial popular y social, nuestra misión está profundamente arraigada en las resistencias territoriales, la construcción del poder popular y la defensa de los derechos fundamentales del pueblo. Por ello, reafirmamos nuestra independencia frente a los partidos políticos, las candidaturas independientes y cualquier esfuerzo político-electoral del momento. Mantenemos nuestra postura crítica y de denuncia hacia las prácticas de la política tradicional partidista y una crítica constructiva hacia los esfuerzos políticos independientes que merecen nuestro apoyo, siempre que estos se enmarquen dentro de la coherencia con nuestros principios de dignidad, justicia, participación ciudadana y la emancipación de nuestro pueblo.

6.       Llamamos a las organizaciones representativas de diversos sectores sociales y populares de Honduras para fortalecer la articulación nacional frente a la incertidumbre electoral. Asumamos nuestro rol como sujeto político colectivo, con autonomía de palabra y acción, para irrumpir en el escenario de las hegemonías perpetuadoras de la dominación con propuestas concretas que combinan la resistencia territorial rural y urbana, con la formulación de un horizonte político más amplio, capaz de articular las luchas locales y nacionales que permita encontrar soluciones audaces para sectores sociales más postergados, humillados y empobrecidos del Honduras.

Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con Honduras, en vínculo solidario con los pueblos del mundo, que luchan, resisten y construyen alternativas ante la opresión.  El pueblo vencerá, porque la dignidad no se rinde, la esperanza no muere, y la justicia llegará. ¡Con el pueblo, Hasta la Dignidad siempre!

Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia

22 de enero de 2025