Navidad con dignidad, en comunidad

Navidad con dignidad, en comunidad

(…) estás aquí futuro / hay que ampararte
los emboscados en la amanecida
quieren acribillarte desde el miedo

Mañana/Mario Benedetti

El Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia desde Honduras saludamos en navidad a todos los pueblos de Honduras y América Latina. De manera muy especial a aquellos que construyen nuevas comunidades y las defienden para hacer posible desde ellas el nacimiento de una sociedad donde ya no hayan niños y niñas naciendo en el abandono, donde no hayan mujeres huyendo de una sociedad que les humilla y mata y donde existan hombres que se cuestionan sus privilegios, coherentes, comprometidos y valientes que apoyan el nacimiento de esa sociedad digna y justa que anhelamos de forma permanente e inclaudicable.

Feliz navidad a los hombres y mujeres que, expulsados de sus tierras o condenados a vivir en lenta agonía en la miseria de sus pueblos, no les queda más que abrirse camino hacia otros destinos donde puedan trabajar para ganar el sustento de sus seres queridos. A los compañeros privados de libertad injustamente, convertidos en presos políticos por la narcodictadura. A las mujeres y hombres de nuestros pueblos, cuyas luchas encarnan y anuncian el nacimiento de una nueva sociedad donde se pueda vivir con dignidad y justicia.

A los pueblos en resistencia, apostados en veredas; defendiendo bosques, ríos y montañas porque son suyos; les pertenecen porque son bienes naturales que la vida les ha prodigado y ahora los avarientos y perversos señores capitalistas los pretenden como suyos en nombre de un desarrollo económico que nunca llega a las comunidades.

Y en medio de la alegría de la navidad hacemos causa común y expresamos nuestra rabia y dolor esperanzador y solidario a los cientos de familias que en este año han sido víctimas de la narcodictadura en Honduras, arrebatándoles sus hijas, padres y demás familiares. Nuestro dolor solidario con las familias que en 2019 vieron a sus hijas, madres y esposas asesinadas por hombres crueles que en nombre del más burdo patriarcado se asignan el derecho de decidir sobre la vida y muerte de las mujeres.

Nuestra solidaridad con los pueblos indígenas y afrodescendientes que continúan luchando contra el colonialismo depredador que ahora opera bajo la máscara de un extractivismo ecocida y humanicida. Nuestro dolor nos une a las familias de Brumadinho, Brasil, que este año vieron sus comunidades, hogares y familiares extinguirse a causa de la locura extractivista que mancha de sangre nuestra América Latina.

Nuestra solidaridad con los pueblos de Haití, Chile, Bolivia, Venezuela, Colombia y Nicaragua que están luchando en contra de los embates del neoliberalismo y el capitalismo. Nuestra rabia incontenible y solidaria con las familias de los cientos de luchadores y luchadoras de los pueblos asesinados en nuestro continente.

El Movimiento Amplio llama a construir la navidad del pueblo hondureño y latinoamericano. Sobre el dolor a que nos condenan narcodictaduras, tiranías crueles y gobiernos impuestos por el imperio, nuestras luchas posibilitan el nacimiento del nuevo hombre y la nueva mujer que, en nuevas relaciones sociales, representa la dignidad de una nueva humanidad hondureña y latinoamericana.

Con justa razón proclamamos que en Honduras y en América Latina no puede haber navidad sin dignidad, navidad sin comunidad. Desde nuestras luchas comunitarias somos el nuevo rostro de la navidad hondureña y latinoamericana. Vamos, pues, a construir esa navidad en Guapinol, en Pajuiles, Locomapa, Reitoca, Azacualpa, Namasigue, en las calles de Santiago de Chile, en Jilamito, en la gran Colombia, mujeres y hombres, con todos los pueblos indígenas y afrodescendientes.

¡Feliz Navidad con Dignidad en Comunidad!

San Juan Pueblo, Honduras. 24 de diciembre de 2019

MOVIMIENTO AMPLIO POR LA DIGNIDAD Y LA JUSTICIA

Albertina López: El campamento es mi vida

Por Heidy Alachán

– Para mí el campamento es la vida, me dijo.
La observé atónita, enternecida, con alguna lagrimilla pujando.

-Muy bien, respondí, con la voz a medias. Ahora vamos a contar quién es Albertina.

Estaba sentada a mitad del patio con sus seis meses de embarazo en un vestido azul, en plena tarde de sábado. Llevaba el cabello recogido y el rostro sin maquillaje. Me impresionó una y otra vez la firmeza en su mirada para decir doblemente que habían transcurrido solo unos pocos días luego de que fuera encarcelada injustamente por defender el agua.

Me detuve varias veces en sus manos, pequeñas y rústicas, colocadas sobre su estómago abultado por el embarazo y pensaba en cuánta fuerza y cuánta vida contenían.

-Yo nací en Planes de Arena Blanca, en el 76, afirmó. Mi papá es Alejandro López y mi madre, Aida Melgar, ambos aún viven. Mi papá se dedica a la agricultura y mi mamá, siempre ha sido ama de casa. Tengo 9 hermanos, y yo soy la mayor. Ese es el mejor recuerdo de mi infancia, ¿sabe? Haber vivido como una familia unida, funcional. Mis abuelos paternos fueron como mis padres, ellos me enseñaron a creer en Dios y desde entonces siempre he sido católica.

Asentí con mi gesto cuando afirmó eso, yo también me he sentido afortunada por el regalo de la familia. Me acomodé en la silla y pregunté: ¿Y qué pasó con la escuela en ese tiempo?

Sonrió, mientras colocaba su bolso sobre sus piernas.

-Pues yo estudié en la Escuela Juan Lindo, en Planes de Arena Blanca. Siempre recuerdo al profesor Ricardo Mendoza, fue mi maestro por 4 años. Todos los años nos llevaba al río Mezapa a sembrar árboles. Antes de empezar la siembra, nos sentaba a la orilla y nos hablaba de la importancia de cuidarlos, que no debíamos cortarlos y casi como profeta, repetía que en 20 años nos íbamos a quedar sin agua. Ahora que lo pienso, en mi etapa adulta, me doy cuenta que ese fue mi primer acercamiento con el valor de la naturaleza.

Tomé nota de ese último dato. Siempre hay personas que nos marcan la vida, pensé. ¿Y luego de la escuela, cómo fue etapa del colegio?… Me miró, y entre seria y esquiva me dijo: yo estoy estudiando en el colegio ahora. Así que ella continuó:

-A los 14 años me fui para San Pedro. Yo quería estudiar costura y mi tía me iba apoyar, pero debía irme a vivir con ella en la ciudad. Y así pasó, me fui a donde mi tía, estudié costura y en esa época de los 90´s estaban en auge las maquilas. Pedí permiso para iniciar a laborar y así llegué a ser operaria. Al final, que no supe cómo, pero le dediqué 14 años a la maquila. Fue una bonita experiencia, aprendí a convivir con la gente y a cuidarme sola. En ese tiempo y en ese entorno había mucha droga y mucha prostitución. Me tocó saber cómo y con quién caminar para cuidarme de todo eso.

A los 21 años tuve mi primer hijo, ahora él ya tiene 20. Luego vinieron los otros, puros varones. Tengo uno de 15, el otro de 11 y este embarazo que llevo 6 meses. Luego de los 14 años en la maquila, decidí devolverme a Planes de Arena Blanca, no me gustaba lo difícil que se estaba poniendo tener agua en la ciudad, recordaba siempre que acá en mi comunidad eso no era problema.

Se escucharon voces en la parte frontal de la casa. Había llegado más gente del campamento a buscar el cafécito de la tarde. Volteó el rostro y continuó:

-¿Qué cómo inició mi historia con la defensa del agua? Con la pastoral social. Mi abuela me enseñó a servir en la iglesia desde muy pequeña, y así crecí. Ya en 2011, me había casado y junto a mi esposo, quien es presidente de la junta de aguas de la comunidad, nos enteramos de que el río había sido concesionado. Nos costó creerlo hasta que un día nos llegó lodo en lugar de agua y fue cuando nos reunimos con otras juntas de agua para accionar. Era todo confuso porque el alcalde, Mario Fuente, en 2013, en plena campaña política se comprometió a proteger nuestros bienes naturales. Cómo nos ha mentido.

Así pasaron varios años, con el proyecto trabajando, nuestro río cada vez más dañado y las comunidades sufriendo las consecuencias. El río que siempre había sido nuestro, el río bondadoso de mi infancia, tenía cada vez menos árboles y menos agua. Por eso después de tocar puertas en todos lados para que nos ayudaran, me decidí. Era la hora de salir a la calle, de sacar toda la fuerza empleada en patronatos, juntas de agua, asociaciones de padres de familia donde tuve cargos de dirección para defender decididamente nuestro río.

Suspiró y entonces mencioné el campamento. ¿Cómo pasó de todo eso a la instalación del campamento? Se puso de pie un momento y estiró la parte baja del vestido, como pretendiendo cubrirse un poco más debajo de la rodilla. Con las manos colocadas sobre uno de los tendederos que cruzaban el patio, siguió relatando:

El 14 de marzo, ya siendo parte del Movimiento Amplio, nos movilizamos todas las comunidades y ya el 22 de marzo decidimos que acá íbamos a quedarnos hasta recuperar nuestro río. Y acá estoy. No puede pasar un día sin que venga. Yo defiendo el agua porque estoy convencida de que el agua es vida, ¿sabe? Mi consciencia me dice que estoy llamada a defenderla, que es tarea de todos y no de unos pocos.

Me encarcelaron y acusaron por defender el agua, como si fuera un delito. Me indigno cuando pienso que en este país los delincuentes y corruptos andan libres y a quienes defendemos el agua nos tildan de delincuentes. Pero por eso también lucho, porque necesitamos transformaciones profundas, para hacer que todo eso un día cambie.

Albertina, le dije, y me observó de inmediato. ¿Qué diría desde su experiencia defendiendo el agua?

-Que no tengan miedo porque paraliza e intimida. Cuando yo inicié esta lucha, sabía que no iba a ser fácil, pero asumí todos los riesgos y ahora también asumo los señalamientos injustos. No soy delincuente. Yo ya no podría decir que abandono la lucha, porque el agua es mi vida, este campamento es mi vida y si lo abandono, todos mis años quedarían perdidos.

Sonreímos llenas de complicidad y ternura. Extendió sus manos, llenas de fuerza y vida y me abrazó. Excusé ir en busca de café para disfrutar en silencio su existencia.

Me fui con la certeza que un vientre nos une a todas, que son nuestras manos las que mueven el mundo y de nuestra fuerza se nutre la esperanza. Que estamos en todas partes, miles de Albertinas «levantando en andamios la esperanza» en este paísito de amores y dolores y en este mundo nuestro que siempre cabe acurrucado en el pecho.

Me fui con la certeza de que hoy más que nunca, seguimos hilvanando la historia, pero nunca más desde el silencio, porque podemos y debemos decir nuestros nombres, porque podemos contarnos unas a otras y decir que desde nuestros vientres se teje la esperanza de los otros mundos posibles.

Agosto, 2017

Declaratoria encuentro de mujeres MADJ 2019

DECLARATORIA ENCUENTRO DE MUJERES MADJ 2019

“MARÍA ENRIQUETA MATUTE”

¡Construyendo dignidad y justicia!

Nosotras, mujeres integrantes del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, pertenecientes a diferentes núcleos comunitarios y procedentes de distintos  territorios donde sostenemos resistencias dignas y pacíficas en defensa de nuestros bienes naturales,  contra el extractivismo, la corrupción e impunidad que trae el modelo de muerte. Nos juntamos durante un día y medio para reconocernos, para aprender y desaprender, para compartir sobre la vida, y rendir memoria en especial a una de nuestras Ancestras, María Enriqueta Matute, asesinada en la lucha del pueblo tolupán en defensa del bosque y la dignidad.

Declaramos estar contentas por haber tenido nuestro momento y espacio como mujeres porque fue armonioso en la palabra. Hablamos con confianza y respeto porque son distintas las vidas de cada una, desde las costumbres, las creencias y  lo que nos ha tocado por vida. Unas muy jóvenes y otras con muchos años, unas apenas llegadas a las luchas y otras iniciadoras de campamentos, de caminatas, convocantes de otras, unas madres, otras decididas a no serlo, celebrando nuestras diferencias como principio político de nuestra organización y de la vida.

Declaramos que valoramos nuestro espacio mixto organizativo y que el habernos encontrado sólo entre mujeres y pensado desde ser mujeres, por primera vez dentro de nuestro  MADJ, nos alegró mucho y decidimos que se instale como una práctica política periódica de nuestra organización, pero además que profundizar en el conocimiento, la reflexión y el debate sobre la interseccionalidad y la relación entre los sistemas de opresión sea una práctica permanente en nuestros campamentos, núcleos, asambleas y en las calles.

Declaramos sentir que hemos abierto una brecha con el entendimiento que la lucha contra el capitalismo  es al mismo tiempo que la lucha contra el patriarcado y el racismo, que es tanto en nuestras vidas como dentro de nuestra organización, de nuestra comunidad y por supuesto del país, porque nos falta reconocer en nosotras las secuelas del patriarcado y a veces manifestamos actitudes machistas, clasistas o racistas, porque mujeres y hombres debemos comprenderlo bien para caminar de la declaración a las acciones organizativas concretas y honestas que nos hagan desmontar estas opresiones en lo individual y lo colectivo para avanzar en nuestras luchas emancipatorias en el marco de la apuesta política integral del MADJ.

Declaramos que somos mujeres importantes, determinantes en el sostenimiento de las luchas y desde esta certeza reiteramos nuestro compromiso en los territorios, en cada campamento digno, en cada calle caminada en la que gritamos consignas, con la alegría de sabernos iguales y codo a codo con nuestros compañeros. Vamos a seguir poniendo en valor nuestro aporte y nuestro poder en la toma de decisiones para refundar por adelantado al tiempo que declaramos en libertad los ríos, los bosques, nuestros territorios vida y nuestros cuerpos que son territorio pero también son tejido.

Llamamos a todas, en las tribus, comunidades, en las ciudades de Honduras y de los países de nuestra América a luchar organizadamente, a construir y echar a andar procesos de liberación que se ajusten a nuestras condiciones y realidades concretas, que se hermanen con los del resto de mujeres del mundo que luchan por todas. Llamamos a seguir encarnando la dignidad y la lucha por la justicia, porque creemos y entendemos que los sueños se construyen cada día en comunidad.

Arena Blanca, El Progreso Yoro, Honduras. 1 de Diciembre 2019

¡DESDE LA DIGNIDAD SIEMPRE!