(San Pedro Sula, Honduras, 1 de mayo, 2020) Integrantes del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia de distintos territorios del país, presentaron este día un acción de amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia solicitando se les restituyan sus derechos a defender derechos, a la libertad de circulación y de expresión los cuales consideran violentados por la vigencia de los decretos que imponen la suspensión de “garantías” en el contexto de la pandemia del COVID 19.
En el escrito señalan que la fundamental labor de defensa de derechos humanos que desarrollan los defensores y defensoras se ha visto limitada de manera absoluta por las restricciones indebidas impuestas por la Presidencia de la República, ocupada por Juan Orlando Hernández, quien a través del PCM 021-2020 y sus prórrogas ha excluido de las excepciones a quienes defienden derechos humanos, sin embargo, irónicamente ha priorizado incluso a sectores como el ferretero, de construcción y otros.
Para el MADJ esta situación es de mucha mayor gravedad puesto que a la fecha son múltiples las violaciones de derechos humanos que se registran en el país en el marco de la pandemia, entre ellas represiones policiales y militares, e incluso la muerte violenta de una persona en medio de un retén policial en Omoa, Cortés y en ese contexto, el impedimento a los y las defensoras de realizar su labor forma parte del pacto de impunidad en medio del cual están consumando una serie de actos altamente lesivos para la población hondureña.
Señalan que estas restricciones indebidas son completamente contrarias a lo señalado por los organismos internacionales de derechos humanos del sistema interamericano y universal, los cuales mediante disposiciones adoptadas en el marco de la pandemia refieren que los Estados deben “garantizar que defensoras y defensores de derechos humanos puedan realizar su labor de defensa e información en el contexto de la pandemia” y “que deben preverse exenciones para los y las agentes de la sociedad civil, en particular quienes vigilan los derechos humanos.”
El MADJ señala también en el escrito que organismos internacionales afirman que no pueden obviarse los abusos a que puede dar lugar la suspensión de garantías, y a los que “de hecho ha dado en nuestro hemisferio la aplicación de medidas de excepción”, de esto que la labor de vigilancia, protección, documentación y denuncia de los defensores y defensoras es fundamental, y solo podrán realizarlas sin las restricciones a su derecho a circular.
Por tanto, solicitaron una serie de medidas cautelares entre ellas la declaración de inaplicabilidad de la suspensión del derecho de libertad de circulación en el marco del estado de emergencia declarado ante la crisis sanitaria producida por el Covid-19, enviar oficio al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, Policía Nacional Preventiva, Fuerzas Armadas, Secretarías de Estado y municipalidades para que se abstengan de obstaculizar sus labores de defensoría y brinden acceso a información actualizada sobre la situación de derechos humanos de la población en el marco de la crisis del Covid-19 al momento de documentar acciones de violación de los derechos humanos.
También solicitaron la inaplicabilidad de las restricciones contenidas en el decreto PCM 021-2020 y sus prórrogas a las demás personas y organizaciones de reconocida trayectoria que se dedican a la defensa de derechos humanos a nivel nacional.
En un Estado democrático, es inadmisible que no pueda defenderse derechos, máxime cuando hay tanta corrupción, discriminación y abusos policiales y militares como sucede en Honduras.