El Consorcio de organizaciones defensoras de derechos humanos, la tierra y el territorio, aglutinadas en el programa “Defender derechos humanos en tiempos de covid19” respaldado por la Unión Europea en Honduras, presentó al gobierno una serie de recomendaciones de acciones temáticas en el marco de la defensa y promoción al respeto a los derechos humanos en el país.
Aquí el comunicado:
Honduras atraviesa una profunda crisis de derechos humanos, visible en todos los ámbitos, particularmente en la situación de mujeres y niñas, pueblos originarios y personas defensoras de la tierra y el territorio. Esta crisis históricamente ha estado determinada por la herencia de la ausencia del Estado, la generalizada corrupción y en el último período, por factores como la pandemia del COVID-19 y los fenómenos climáticos Eta e Iota, que impactaron directamente en las poblaciones más vulnerabilizadas en un contexto de continuos fracasos de las políticas neoliberales excluyentes, patriarcales y racistas.
En el contexto de instalación del nuevo gobierno, la Presidenta Xiomara Castro anunció en el “Plan de Gobierno para Refundar Honduras” una serie de medidas prioritarias a implementar para atender las demandas de las mujeres, los pueblos originarios y de las personas defensoras de derechos humanos y de la tierra y el territorio; que durante décadas de implementación de políticas neoliberales han emprendido procesos de resistencia y construcción de propuestas de transformación, en la lucha por la garantía y el acceso a derechos humanos y derechos territoriales.
Desde una perspectiva general, se puede sostener que las acciones gubernamentales apuntan a atender las demandas históricas de las organizaciones y movimientos sociales y populares. No obstante, los retos del Gobierno siguen siendo grandes, ante los bloqueos de las élites extractivistas y el poder que ejercen los sectores conservadores y religiosos en el Estado. Asimismo, las acciones realizadas deberán reforzar el enfoque de Derechos Humanos en los esfuerzos de impulsar políticas públicas, programas y proyectos que garanticen la inclusión y la democratización de la sociedad hondureña.
Por lo antes mencionado, el consorcio DEFENDER DERECHOS HUMANOS EN TIEMPO DE COVID-19 EN HONDURAS, con base en el informe “Balance general sobre la gestión inicial del gobierno de Xiomara Castro en materia de derechos de las mujeres, derechos de los pueblos originarios y derechos de las personas defensoras de la tierra y el territorio” insiste en las siguientes recomendaciones:
- Adoptar e implementar las recomendaciones de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA). En el marco del examen periódico universal (EPU), se establecen una serie de recomendaciones para que el Estado de Honduras avance en la solución a problemas sustanciales de las comunidades rurales, indígenas y campesinas, con énfasis en el acceso a un sistema de protección social que garantice la salud integral como un derecho humano fundamental para todas las personas.
- Aprobar leyes, protocolos y presupuestos para la protección de las mujeres y niñas en situaciones de violencia, a través de:
a) Crear protocolos de recepción y atención de denuncias para evitar la revictimización y garantizar el trato digno hacia las víctimas,
b) Aumentar el presupuesto al Ministerio Público (MP) y Poder Judicial,
c) Fortalecer la institucionalidad de la mujer como la Secretaria de Asuntos de la Mujer,
d) Aprobar el protocolo de atención a víctimas de violencia sexual, que ha sido presentado por las organizaciones de mujeres con el Secretario de Salud,
e) Revisar e incrementar las penas por los delitos de violencia contra la mujer como femicidio y violencia sexual y esclarecer aquellos artículos del Código Penal que crean confusión en la aplicación como el delito de parricidio y maltrato familiar,
f) Armonizar e implementar el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género,
g) Debatir, discutir y aprobar la Ley Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres,
h) Aprobar leyes en materia de educación sexual integral para incluir dentro de la malla curricular de las distintas instituciones educativas públicas y privadas del país y que esto sea consultado con expertas garantizando un enfoque de laicidad e información científica.
i) Ratificación del protocolo facultativo de la Convención Contra Toda las Formas de Discriminación hacia la Mujer (CEDAW)
- Modernizar la institucionalidad de derechos humanos. La institucionalidad heredada de 12 años de narcodictadura se distingue por su carácter centralizador y burocrático, lo cual impide una gestión democrática de los diferentes servicios. Modernizar la institucionalidad de Derechos Humanos permitirá avanzar en la revisión e implementación de la Política Pública en Derechos Humanos, así como en la desconcentración del Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores y Operadores de Justicia, y el establecimiento de observatorios regionales de derechos humanos y derechos territoriales, permitiendo monitorear el estado de las conflictividades y brindar respuestas efectivas e información de primera mano para la toma de decisiones estratégicas a nivel local y nacional.
- Reformar o desmontar la normativa extractivista. En Honduras coexisten diversas modalidades extractivistas: minería (metálica y no metálica), forestal, turismo de masas, agroindustria, generación de energía y las Zonas de empleo y desarrollo económico (ZEDE). Las diversas modalidades extractivistas han generado una serie de ecocidios territoriales (destrucción de la naturaleza), mediante acciones que provienen exclusivamente de la extrahección (extraer con violencia) minera, bosque y agroindustria. A través de los relatos de las comunidades, se puede sostener que estos ecocidios han elevado la pobreza, exclusiones, desigualdades y desplazamientos, en un contexto de despojo acelerado y privatización de los bienes comunes naturales, que por siglos y décadas han estado en las manos de las comunidades. Lo anterior confirma la importancia de avanzar en la revisión del marco regulatorio extractivista y los contratos vigentes, y con base en análisis técnicos, decidir si se establece su derogación o su reforma, colocando el enfoque de los derechos humanos y de la tierra y territorio como punto central de una nueva normativa.
- Derogar o reformar artículos del nuevo Código Penal. Con el objetivo de garantizar el ejercicio pleno de la libertad de expresión, libertad de organización y protesta de las personas defensoras de derechos humanos, de la tierra y el territorio, que en el marco de dicho Código ven limitados sus derechos a través de los Artículo 28, Artículo 378, Artículo 592, Artículo 574 del actual Código Penal.
- Aprobar una nueva ley de transformación agraria con enfoque de género. Con el objetivo de avanzar estratégicamente en el acceso a la tierra para las comunidades y poblaciones históricamente excluidas de este derecho, además de promover el fortalecimiento de la institucionalidad agraria, el financiamiento agrícola, la asistencia técnica y el mercado interno.