¿Cadenas perpetuas a autores materiales? Faltan los Atala

El Ministerio Publico de Honduras ha solicitado se condene a cadena perpetua a los autores materiales del asesinato de Berta Cáceres, quien fue asesinada  el 2 de marzo del año 2016 en medio de la lucha que las comunidades Lencas organizadas en el Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH realizaban por la defensa de su territorio ancestral y como parte de este, del río Gualcarque, el cual fue concesionado a la empresa hidroeléctrica DESA, estructura criminal que decidió, planificó y pagó el asesinato.

El gobierno de Honduras en el afán de proteger a los autores intelectuales, integrantes de la poderosa familia Átala Zablah, quienes forman parte de la estructura directiva de DESA y tiene relación con la banca hondureña,  busca condenar a los autores materiales quienes son algunos ejecutivos de la empresa y militares activos e inactivos.

La lista de personas juzgadas por este crimen la componen, Sergio Ramón Rodríguez, alto ejecutivo de DESA y con quien Berta Cáceres tuvo fuertes altercados en vida, Douglas Bustillo, jefe de seguridad de DESA, Edilson Duarte Meza, Oscar Torres Velásquez, Elvis Rápalo Orellana, Henry Javier Hernández, ex militar y sicario, además de, Mariano Díaz Chávez quien era un mayor activo en el ejército de Honduras.

Siete de los ocho acusados en el primer proceso fueron condenados, con excepción de Edilson Meza.

Los delitos por los cuales fueron condenados son asesinato en contra de Berta Cáceres y asesinato en su grado de ejecución de tentativa en contra de Gustavo Castro, activista mexicano. En la audiencia de determinación de la pena concreta o audiencia de individualización de la pena, el Ministerio Público, único ente acusador, ya que las acusaciones privadas representantes de la familia Cáceres Flores, el COPINH y de Gustavo Castro fueron expulsadas arbitrariamente del juicio, solicitó por el delito de asesinato una pena de privación de la libertad de por vida y por el asesinato en su grado de ejecución de tentativa, solicitó una pena de 25 años de reclusión.

El equipo legal del MADJ, equipo legal de la causa, el COPINH y la familia Cáceres Flores hemos sido enfáticas en lo toral dentro del proceso de búsqueda de verdad y justicia por el asesinato de nuestra Berta y demandamos castigo no solo para los autores materiales que ahora han sido condenados, sino también para la estructura criminal que ordenó el crimen y sobre cuya participación el Ministerio Público tiene basta y contundente información.

Comunicado de COPINH, familia, Gustavo Castro y equipos legales ante fallo en el primer juicio por el asesinato de Berta Cáceres

Comunicado de la Familia de Berta, el COPINH, Gustavo Castro y los equipos legales de la causa ante el fallo que juzga a Sergio Rodríguez, Mariano Díaz, Douglas Bustillo, Elvin Heriberto Rápalo, Edilson Duarte, Oscar Haroldo Torres y Emerson Duarte

El veredicto que acaba de emitirse NO satisface nuestras exigencias de justicia como víctimas en el asesinato de Berta Cáceres y el intento de asesinato a Gustavo Castro.

Este fallo que se ha pronunciado en la Sala I del Tribunal de Sentencia que condena al grupo sicarial y a la estructura intermedia relacionada directamente la empresa DESA no significa que se ha alcanzado justicia.

Las estructuras y las personas que dieron el dinero para que estos criminales asesinaran a Berta Cáceres siguen gozando de la libertad y de la posibilidad de seguir desarrollando crímenes como este de manera impune.

Desde el inicio de este proceso, hace casi tres años ya, ha sido claro que el asesinato de Berta Cáceres fue planificado por los directivos de la empresa DESA para luego ser ejecutado por sicarios vinculados a la Fuerzas Armadas de Honduras. Sin embargo, la verdad sobre el crimen y todos sus responsables ha sido limitada a quienes ahora se han juzgado debido a los obstáculos decididos que el Estado de Honduras ha interpuesto a través de su Ministerio Público y sus tribunales para negar la verdad como parte de una justicia real.

Lo que ha quedado todavía más claro de este proceso judicial del cual hemos sido expulsados, debido a que no nos hemos callado ante todas las arbitrariedades que a diario fueron sucediendo en los tribunales, es que la familia Atala Zablah, accionistas dueños de la empresa DESA, están detrás de toda la trama de persecución, hostigamiento, ataques y amenazas que llevaron al asesinato de Berta Cáceres.

Nuestra participación como víctimas es parte fundamental en el proceso de justicia y el Estado, al excluirnos de manera sistemática,  perpetúa la impunidad que inunda este país y que tanto daño hace.

Durante el juicio fuimos testigos, así como los observadores internacionales, los miembros del cuerpo diplomático y la prensa, de las comunicaciones telefónicas que evidencian esta participación. Esto también dejó claro que los hechos criminales cometidos por la empresa DESA bajo la dirección de esta familia van más allá del asesinato y comprenden una serie de crímenes realizados en contra de Berta Cáceres, del COPINH, del pueblo Lenca e incluso de la administración pública y del Estado de Honduras.

Preguntamos al Estado y sus instituciones ¿Qué intereses están en juego y motivan que con sus comportamientos protejan a los máximos responsables cuyos nombres no son un secreto? ¿Por qué existiendo evidencia de su participación no han sido procesados al día de hoy después de casi 3 años del vil crimen? ¿Qué esperan para cumplir con su responsabilidad??

Exigimos que sean traídos ante la justicia a todos los responsables por el asesinato de Berta Cáceres y no únicamente quienes pagados por DESA ejecutaron el crimen.

Con el capítulo que se cierra hoy, las condenas al eslabón más bajo de la estructura criminal con las que el Estado hondureño pretende silenciar la demanda de justicia, no termina la lucha por justicia para Berta Cáceres y el pueblo Lenca, por el contrario, se profundizan nuestros esfuerzos.

Estas condenas, son el primer escalón en la búsqueda de justicia y la familia, Gustavo Castro, el COPINH y los equipos legales hemos estado acompañados de quienes creen en Berta Cáceres, en su palabra y acción y sabemos que van a seguir estando coherentemente del lado de la verdad y la justicia en las batallas venideras que con total determinación haremos.

La impunidad que hasta hoy muestran y disfrutan los autores intelectuales de este crimen, hace parte del entramado de corrupción y violencia que sostiene al modelo extractivista que saquea nuestros pueblos, ante el cual las víctimas juntos a las demás personas, comunidades y organizaciones nos comprometemos a seguirles enfrentando, como lo hizo Berta Cáceres, hasta que la Dignidad, la Verdad y la Justicia, prevalezcan en esta causa y en todas las luchas que ahora mismo se están librando en distintos territorios de Honduras y el mundo

¡La justicia hondureña está en deuda con nosotras y nosotros, con todo el pueblo hondureño!

Dado en la ciudad de Tegucigalpa, a los 29 días del mes de noviembre del año 2018.